El partido de Santiago Abascal Vox ha obtenido doce escaños en las elecciones de Andalucía, entrando de lleno en la política de nuestro país en un hecho que ya muchos califican de histórico. El resultado logrado pilló de improviso al resto de fuerzas representadas, aunque muy probablemente tengan buena parte de culpa del mismo. Si hace unos días comentábamos que desde Vox se apuntaban al “más vale que hablen de uno, aunque sea mal”, hoy parece confirmarse lo que algunos estudios de psicología denominan “atracción por lo prohibido”; esto parece haber calado en los electores, a quienes a medida se les señalaba quién era el malo y el peor, abrían su mente a escogerlo.
Vox no ha podido estar presente físicamente en los debates ni en bloques electorales en los medios públicos, pero se ha hecho fuerte en el discurso de los demás. Mientras Susana Díaz les tachaba de “extrema derecha” y el Partido Popular replicaba diciendo que votarles “era igual que votar el PSOE”, desde Vox se seguía trabajando. Nada se puede reprochar al partido de Santiago Abascal a nivel comunicativo, con una estrategia que hubiera firmado una gran agencia de comunicación; destacable fue como éste dio la vuelta, ante un Palacio de Vistalegre a rebosar, el significado de la palabra facha. A partir de un término despectivo. y que muchos califican de insulto, Abascal elaboraba un discurso en el que ensalzaba los valores de su partido y que se convertía en una declaración de intenciones para llegar a las ideas de muchos electores.
El lanzamiento de mensajes épicos tuvo el domingo su punto culmen al hablar de la ‘reconquista’ de Andalucía tras conocer unos resultados con los que la izquierda tendría muchos problemas para seguir gobernando la Comunidad. Este storytelling para enaltecer la defensa de unos valores que implicaban un cambio con lo establecido ha calado ahora en buena parte del electorado andaluz, hastiado de escándalos en el poder por parte de los principales partidos y que ha castigado notablemente. Así, el PP se ha dejado 26 escaños en seis años, mientras que el PSOE perdió ayer 14 escaños respecto a 2015; una debacle para los grandes que cumple con lo establecido por la idea de Vox: “nos hemos sentido defraudados por los políticos actuales y que hemos dado un paso al frente para CAMBIAR esta situación”.
Todo esto, apoyado en un gran trabajo en redes sociales impulsado por, entre otros, el vicesecretario de comunicación Manuel Mariscal, ha logrado impulsar el mensaje de Vox y lograr que calase entre la ciudadanía. El que fuera Community manager de Esperanza Aguirre en el Partido Popular ha logrado rentabilizar al máximo los recursos de los que disponía y en términos marketinianos un increíble engagement entre su audiencia merced al uso de formatos novedosos como los memes.
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