Con la llegada del frío y el invierno a la vuelta de la esquina, son muchos los españoles que han empezado a experimentar sus consecuencias: anginas, resfriados y gripes se encuentran a la orden del día. Un contexto que el comparador de seguros de salud Acierto.com ha aprovechado para analizar cómo nos desenvolvemos ante tales circunstancias. Por desgracia, el estudio revela que más de la mitad de los españoles se automedica, y que hasta el 75% prefiere acudir a la farmacia antes que al médico. De hecho, hasta el 86,3% confía en sus recomendaciones.
Y es que si bien la labor del farmacéutico es imprescindible a la hora de garantizar que la información que recibe el cliente es adecuada, lo más apropiado es consultar al especialista. Los porcentajes, no obstante, varían en función de la “gravedad” que se atribuye a la enfermedad. De hecho, el 35% de los que recurren a este profesional lo hace de forma habitual para “patologías menores”.{wbamp-show start}
La automedicación, otra práctica frecuente
Por otra parte, la encuesta revela que 7 de cada 10 españoles se automedican cuando les duele la cabeza, y no todos se encuentran correctamente informados ni lo hacen de forma autorresponsable. Tal es así, que muchos recurren al botiquín doméstico, donde hasta el 43% guarda los medicamentos que le sobran para próximas ocasiones (el 46% los lleva a un punto especializado y el resto los tira a la basura) y tampoco revisa su caducidad.
Si hablamos de automedicación, no podemos dejar de comentar que hasta el 11% de los afectados por un resfriado confía en el criterio de sus amigos y familiares, y que más de 1 de cada 5 prefiere seguir las indicaciones del prospecto antes de las que le ha suscrito el médico. El porcentaje asciende al 34% si nos centramos en los que no respetan la dosis indicada. En definitiva dos actitudes que se encuentran estrechamente relacionadas con el nivel de confianza que sienten los pacientes por los facultativos. De hecho, hasta 7 de cada 10 pacientes buscan información por Internet después de ser diagnosticados. No obstante, se observan diferencias por franja de edad. Por ejemplo, son los jóvenes entre 18 y 24 años los que más se automedican.
Contra la falta de tiempo: un seguro médico
Pero, ¿por qué nos automedicamos o, en todo caso, preferimos acudir a la farmacia? Para el 30% el objetivo es evitar las listas de espera. La falta de concienciación respecto de las consecuencias de la incorrecta administración de fármacos -especialmente los antibióticos, que pueden derivar en resistencias- es otro punto que ha de tenerse en cuenta. Respecto a aquellos que deciden acudir al farmacéutico antes que al médico, el 40% lo hace por falta de tiempo.
Y es que nunca deberíamos sustituir al médico y actuar según nuestro propio criterio. Una buena solución para agilizar todo el proceso es contratar un seguro de salud. Y es que, para empezar, este tipo de póliza permite acceder directamente al especialista; y acelera procesos como operaciones y pruebas. No obstante, puede contar con una pega directamente relacionada con el tema que nos ocupa: las recetas no se encuentran subvencionadas.
Sin embargo, algunos seguros médicos incluyen lo que se conoce como cobertura de farmacia, que cubre parte de los medicamentos y evita al paciente acudir a la seguridad social en busca de las recetas mencionadas. No obstante, existen ciertas limitaciones y especificaciones, cada aseguradora, entre otros, fija la cantidad que reembolsa. Además, este servicio puede tener carencia y es imprescindible contar con la prescripción del médico.