‘El Tomate’ como lo conocían los seguidores de la Pantoja, es una idea original de las productoras Salta y la Fábrica de la Tele, y, creada para el gran contenedor Telecinco. Estamos en marzo de 2003, el éxito aguantó hasta el 2008, de lunes a viernes, a la hora de comer. Gran éxito, que colocaría a Jorge Javier Vázquez como indiscutible en el género de la conocida como ‘Telebasura’, porque este programa fue calificado de casi todo, pero pertenecía a la Telebasura que inundaba e inunda nuestros receptores. La programación río, y otras, que tanto daño han hecho a la educación de las generaciones más jóvenes. Aquellos que hoy controlan los chats de sus novias, o les amenazan en directo, son los educados en la época de ‘El Tomate’.
Los que vivimos en Madrid tenemos una de las televisiones más penosas que nadie pueda imaginar. Madrid no es una ciudad ni tan paleta, ni tan pequeña… Nuestra Comunidad tiene de casi todo, y lo que no, lo traemos de fuera… Pues eso, que esto es la capital de España, o de lo que queda, pero la Capital. Y en esto de las televisiones, de las cadenas de televisión, hay una época recordada de Alberto Ruíz Gallardón, que era entonces presidente de Madrid, y que es, de la única que podríamos sentir cierto orgullo, calidad y algo de decencia, el resto… Que le pregunten a Soriano, y a los cientos que por allí han pasado… Ya no hablaré de los abusos del pasado, de cómo se ha utilizado, devaluado, puteado, engañado, estafado… y así hasta llenar mil páginas de despropósitos en busca de la grandeza y el bolsillo de cuatro degenerados, siempre apoyados por los de las instituciones de turno que se nutren de cualquier causa que genere pavor, caos, desolación y ruina para el bolsillo del contribuyente, ¡ah!, y paro, como el de Ariza, a saco, a la calle… ¿Ha pasado algo mi querida Leiño?
AQUÍ HAY MADROÑO. Aquí no hay vergüenza, ni decoro, ni sentido de nada. Parece mentira que Ángel Garrido, que es un tipo con cierta solvencia, y sobrados conocimientos, deje escapar la posibilidad de que la TeleDeMadrid recupere un protagonismo que nunca debió perder. Ángel no es tan mediático como Cristinita o Esperancita, pero parece que lo tiene más claro. Y que programas como el mencionado estén en la parrilla de todos los madrileños, es considerarnos tontos desde el 2003, y esto es muy denigrante. El espacio de las televisiones públicas, y el dinero de todos los madrileños es para crear riqueza y cultura, no para enterarse del color de la ropa interior del vecino.
pedro aparicio pérez
editor de prnoticias.com
PeriodistO
