En los últimos meses, el proceso de venta del Grupo Zeta se ha convertido en el gran protagonista del sector. Varios han sido los nombres que han destacado en este proceso de compra –como Prensa Ibérica, Vocento o Mediapro- aunque las conversaciones se mantienen congeladas. Uno de los motivos es la difícil situación económica que atraviesa el grupo que preside Antonio Asensio. En relación a las cuentas del grupo, el diario digital Crónica Global ha publicado que Zeta ha repartido 8,5 millones de dividendo en pleno proceso de venta.
Este mismo diario asegura que este reparto de beneficios entre los accionistas de la compañía se refleja en las cuentas correspondientes al 2017, a pesar de haber cerrado el año con pérdidas y no con beneficios: el grupo pasó de generar algo más de 5 millones de beneficios, a firmar 20,6 millones de euros en pérdidas. Las razones se centran en un descenso de sus ingresos totales, tanto en la venta de ejemplares, como en los ingresos por publicidad. {wbamp-show start}
En los últimos años, el Grupo Zeta se ha visto obligado a reestructurar su deuda bancaria en varias ocasiones y cabe recordar que el plazo para pagar una parte de esa deuda vence a finales de este mes de diciembre. Sin embargo, la deuda total del grupo supera los 102 millones de euros y extiende su vencimiento hasta el año 2025.
La misma publicación digital, asegura que un informe de la auditoría advierte que el grupo no cumple con lo requerido en las normas contables, por lo que los activos intangibles y las reservas están sobrevalorados en 14,7 millones de euros. Además, advierte que los fondos propios declarados, sin incluir las consideraciones del auditor, se cifran en 20 millones.
En esta misma línea, el informe también destacaría los 32,6 millones de bases imponibles que se apunta Zeta en su activo, suma equivalente al 18% del balance. Dados los resultados precedentes, el auditor considera que “no existen las circunstancias requeridas por la normativa contable vigente para su reconocimiento”.
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