Con el objetivo de brindar una estancia hospitalaria lo más cómoda y beneficiosa posible, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, ha celebrado recientemente la jornada ‘Humanización de la estancia hospitalaria’, en la que se han analizado desde un punto de vista práctico los retos tecnológicos que deben afrontar en este campo las diferentes áreas de un hospital.
A menudo, los pacientes que ingresan en la Unidad de Cuidados Intensivos o en planta presentan confusión, aislamiento y pérdida de autonomía. Por ello, el proceso de humanización de los cuidados hospitalarios resulta indispensable para la atención a los enfermos y sus familiares, una tarea en la que las nuevas tecnologías son claves, punto al que no ha sido especialmente fácil llegar.
Y es que, como explica el Dr. Javier Martínez Peromingo, geriatra del hospital y ponente de la jornada, “habitualmente, la tecnología en los hospitales ha servido más bien para deshumanizar la Medicina; sólo ahora, por fin, comienza a centrar la atención en quien la tiene que tener: el paciente”.
El Dr. Martínez Permoningo, también coordinador del Programa de Paciente Frágil del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, explicó en la jornada la aplicación de las nuevas tecnologías en la Unidad de Fragilidad del citado centro. Gestionada por Geriatría y Medicina Interna, esta área está dirigida a prevenir el deterioro funcional asociado a la hospitalización en los pacientes mayores.
En uno de los ejes de esta unidad, los ‘wearables’ tienen un papel determinante. Se trata de la prevención del sedentarismo, que produce la pérdida de masa muscular del adulto mayor y, en ocasiones, la pérdida de la funcionalidad. “Para favorecer la movilización precoz y que el paciente camine desde que ingresa en planta, le colocamos una pulsera para medir los pasos que da”, señala el especialista, precisando que “estos pasos se miden como una constante, igual que la tensión arterial o la temperatura, y se incorporan a la historia clínica, ya que hay una relación directa con los pasos y los resultados”.
Por su parte, la Dra. Ana Castañeda, internista en la Unidad de Fragilidad, destaca los datos obtenidos en los primeros seis meses de funcionamiento de esta área, que han demostrado una mejor situación funcional y calidad de vida de los pacientes al ser dados de alta de un ingreso hospitalario. “Comparando los pacientes que ingresan en la Unidad de Fragilidad con los que ingresan en la planta de Medicina Interna convencional, se ha observado que la estancia media hospitalaria disminuye en un día y medio. Asimismo, los pacientes que pierden la capacidad de caminar al alta suponen un 2,2 por ciento, frente al 21,7 por ciento de la planta convencional”, explica la doctora.
El encuentro, en el que se presentó el Programa de Fragilidad del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, centrado en la humanización de las unidades de Medicina Interna y Geriatría, también contó con la participación de Apple, Informática El Corte Inglés e ionIDe, que mostraron de manera práctica cómo con la incorporación de las nuevas tecnologías se puede humanizar la asistencia sanitaria y responder a las nuevas necesidades de los pacientes.