HM Hospitales y la Universidad de Alcalá ponen en marcha la cátedra de otoacústica evolutiva y paleoantropología

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HM Hospitales y la Universidad de Alcalá (UAH) acaban de firmar un acuerdo marco de colaboración para la creación de la Cátedra de Otoacústica Evolutiva y Paleoantropología, que representa un nuevo espacio de colaboración entre la ciencia básica y clínica.

La firma de este convenio se realizó entre el rector de la Universidad de Alcalá, D. José Vicente Saz Pérez, el presidente de HM Hospitales, Dr. Juan Abarca Cidón y la directora general de la Fundación General de la Universidad de Alcalá, Mª Teresa del Val Núñez.

El acto contó con la presencia del paleontólogo e investigador del yacimiento de Atapuerca, Ignacio Martínez, profesor titular de Antropología Física de la UAH, que será el director de la Cátedra. Del mismo modo, el Dr. Cristóbal Belda, subdirector de Evaluación y Fomento de la Investigación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), ejercerá como codirector de la Cátedra, junto al Dr. Alfredo García, otorrino de HM Hospitales. Además, el también paleontólogo e investigador del yacimiento de Atapuerca, Prof. Juan Luis Arsuaga, acompañó a los firmantes.

Este convenio pretende estudiar la transferencia de los resultados de la investigación científica en el ámbito de la trasformación del oído humano, la evolución de la especie y el origen del lenguaje, en aplicaciones en el campo de la Otorrinolaringología.

D. José Vicente Saz Pérez señaló que, “este convenio es un claro ejemplo de lo imprescindible que resulta invertir y promover la investigación científica en el ámbito universitario, puesto que las investigaciones que desarrollamos pueden redundar, posteriormente, en un beneficio para la sociedad, en este caso, a través de la práctica clínica”.

Por su parte, el Dr. Juan Abarca Cidón destacó que, “con la creación de esta Cátedra se abre un espacio de colaboración entre ciencia básica y clínica del que esperamos obtener conocimientos imposibles de obtener por otras vías, y cuyo alcance aún desconocemos. El acceso a un material único, de valor incalculable, como son los fósiles del yacimiento de Atapuerca, nos proporcionará indudablemente información sobre la evolución de una función fisiológica tan importante como es la audición”.

Aplicación en la medicina actual

Para lograrlo se van a estudiar las investigaciones de yacimientos como el de Atapuerca, en el que se constató la evolución del oído humano y su relación directa con la aparición del lenguaje, para estudiar su aplicación en la posible práctica médica actual en las patologías del oído.

El director de la Cátedra, Prof. Ignacio Martínez, aseguró que este acuerdo “permitirá consolidar un equipo y una línea de investigación muy prometedora y que ya ha dado importantes resultados en el campo de la evolución humana. Por otro lado, es un espléndido ejemplo de colaboración entre entidades para obtener resultados aplicados a partir de investigaciones en ciencia básica para la sociedad”.

En este sentido, el Prof. Juan Luis Arsuaga, afirmó que, “no hay una separación neta entre ciencia básica y ciencia aplicada. Toda ciencia básica es aplicable. La que estudia nuestra evolución con más motivo, porque conocer cómo nos fuimos haciendo humanos es una forma de entender qué somos y cómo somos. Lo primero es recuperar fósiles que conserven las estructuras anatómicas óseas que permitan estudiar la fonación y la audición y Atapuerca es un caso único en esto. Y lo segundo es conectar la información de la evolución del oído con la de la mente para entender cómo se originó el lenguaje humano que es sonido con información y significado”.

El Dr. Cristóbal Belda, codirector de la Cátedra de Otoacústica Evolutiva y Paleoantropología, identificó algunas de esas patologías que serán objeto de estudio y que son sensibles de ser impactadas por las conclusiones que se extraigan de las investigaciones. “Podría afectar a todas las patologías del oído, tanto externo como medio e interno, entre ellas a las que provocan hipoacusia”.

Por su parte, el Dr. Alfredo García, también codirector de la Cátedra, señaló que es una contribución inédita al conocimiento de la evolución de la fisiología y de la fisiopatología del oído, y cualquier aportación en este campo puede contribuir al manejo de patologías auditivas como la sordera”. De hecho, estas investigaciones podrían afectar “a las secuelas de enfermedades infecciosas que pudieron ser comunes en aquella época y, dada la interrelación entre filogenia y ontogenia, quizá a la comprensión del desarrollo de algunas patologías congénitas”, sentenció.

 

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