El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue dividiendo a su partido de puertas adentro y de puertas afuera con sus decisiones y la información que provee de las mismas, tanto a los miembros de su gabinete como de su formación política. La decisión de contar con un mediador, o ‘relator’, en sus conversaciones con el Govern ha provocado que se sucedan mensajes cruzados, de incredulidad y que sus compañeros de gabinete deban dar la cara en los medios con una evidente falta de información o sin un discurso alineado, mientras que su ‘jefe’ sigue sin comparecer ante la prensa.
Así, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, tuvo que comparecer ante los medios de comunicación para hablar de una decisión que no sólo afecta a la política nacional sino a los planes del PSOE en un futuro a corto plazo marcado por las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Además, los ministros de Sánchez se están encontrando en cada comparecencia y entrevista con la obligación de comentar un asunto sobre el que no tienen un discurso fijado por el equipo de comunicación, lo que genera ante la opinión pública dudas sobre si consideran correcta la decisión o si habían sido informados de la misma.
El propio ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha señalado en su cuenta de twitter que “Ni la Constitución Española, ni los Tratados de la #UniónEuropea, ni el Derecho Internacional amparan la secesión de #Cataluña. Pretender negociar un supuesto derecho a la autodeterminación como contrapartida a la aprobación de los presupuestos es un absurdo categórico”. A este mensaje, buena parte de las respuestas indicaban si su ‘jefe’ conoce su opinión.
Ni la Constitución Española, ni los Tratados de la #UniónEuropea, ni el Derecho Internacional amparan la secesión de #Cataluña. Pretender negociar un supuesto derecho a la autodeterminación como contrapartida a la aprobación de los presupuestos es un absurdo categórico.
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) 6 de febrero de 2019
El PSOE, también en guerra
De puertas a afuera los ministros no han sabido consolidar informativamente la decisión, pero de fueras hacia dentro en el PSOE tampoco. Así, los dirigentes de la formación también se ha referido al asunto del ‘relator’. El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha indicado que sí apoyó la declaración de Sánchez en 2017 cuando apostó por que fuera el Congreso el “mediador” al que debían acudir los independentistas. Éste no ha sido el único dirigente autonómico que ha hablado sobre la decisión puesto que el presidente aragonés, Javier Lambán, también se ha opuesto públicamente a la misma, al igual que el presidente del Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien ha señalado que “las cosas que son difíciles de explicar son aún más difíciles de entender”.
Las cosas que son difíciles de explicar son aún más difíciles de entender. Sobre todo si no se escucha. Y en España, por desgracia hace años que se dejó de conjugar el verbo escuchar.
— Guillermo Fdez Vara (@GFVara) 6 de febrero de 2019
Cabe destacar que la propia vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, acuso a Page de hablar desde la “desinformación” y el “desconocimiento”, al tiempo que afirmó “se ve que no hemos llegado a tiempo de que tuvieran la información correcta”. Estos comentarios ponen de manifiesto la ausencia de comunicación dentro del partido que, como organización, debería haber puesto en marcha un discurso alineado entre todos sus miembros para disminuir el impacto de la medida.
Además, Pedro Sánchez no sólo evita a los medios de comunicación. Tampoco quiso acudir a la gala de los premios Goya, celebrada en Sevilla; cabe destacar que Sánchez sí que participó en las galas celebradas en 2018, 2016 y 2015. En 2017, no acudió porque era una gestora la que dirigía el Partido Socialista durante la celebración del evento.
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