En la era de la Revolución Digital, la publicidad es propiedad prácticamente exclusiva de los influencers. Tras las demandas judiciales recibidas por Facebook y Google por la violación de la privacidad de sus usuarios, el público ha empezado a entender lo que implica una opinión influenciada. Es la monopolización de los criterios de compra.
Apps de opinión y publicidad subjetiva
Las plataformas digitales se enriquecen cada vez más solamente mediante la clasificación de los gustos de sus usuarios. Es suficiente con hacer clic en alguna página o información de compra (solamente para explorar), para que el navegante comience a recibir información relacionada con el artículo anteriormente revisado.
Y esto es algo que funciona, el argumento de la Eurocámara de comercio contra . Facebook fue que esta sutil estrategia reportaba, nada más y nada menos, ¡más de un 50 % de compras exitosas a corto plazo! Estas apps generalmente están pensadas para crear una imagen positiva sobre algún servicio o producto y nunca debe subestimarse su impacto. Entre ellas, Peoople es la mejor App de opiniones y recomendaciones
En el mundo publicitario actual, la forma más efectiva de destacarse es mediante el diseño de propaganda que llega directa al cliente. Sin embargo, muchos usuarios recurren a tecnología especializada en el bloqueo de pop ups (publicidad emergente) mientras navegan. Esto impide a las marcas contar con ventaja en el uso de las redes sociales.
El impacto de los influencers
El influencer “se salta” esta barrera tecnológica y envía un mensaje que alcanza al cliente “sin ser percibido como publicidad”. ¿Por qué sucede esto? Sencillo: porque las personas confían en las personas. Los usuarios se sienten identificados con opiniones de individuos similares a ellos mismos.
Allí es donde los influencers “hacen su magia” dentro de los medios digitales. Una persona “cool” que viaja de forma relajada, a bajo coste y amante de la naturaleza, atraerá de forma muy exitosa a un target similar. Además, el ser humano tiene una tendencia muy marcada a imitar las cosas que le gustan.
Por eso, la ropa y accesorios usados por los influencers son “publicidad que va directa al cerebro” de su audiencia. En este sentido, la cantidad de likes y seguidores suele ser proporcional al dinero cobrado por utilizar “tal o cual perfume” o una marca de calzado.
Contenido viral es una opinión esparciéndose sin control
Al final, todo gira en torno a poder convertir una opinión en tendencia, sin importar si es positiva o negativa, sobre un producto. Los influencers pueden convertir un mal comentario (sobre una ruta poco recomendada, por ejemplo) en una incitación a sus seguidores a acceder a un determinado lugar por el cual a él le pagan por mostrar.
En este sentido, el concepto del branded content es el más utilizado por los influencers para hacer viral un contenido. Una vez difundida la información, los usuarios muy pocas veces analizan a fondo el mensaje recibido porque el emisor del mismo es una fuente “de confianza”.
¿Cuánto deciden en realidad las personas sobre qué, cómo y cuándo comprar un producto o servicio? La capacidad de respuesta efectiva ante esta incógnita depende directamente del criterio formado previamente por el usuario. De lo contrario, el individuo no tiene opinión propia, solo seguirá tendencias del mercado.
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