Especialistas en oftalmología analizan la evolución del tratamiento de la DMAEn, principal causa de pérdida de visión grave e irreversible

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En el marco del XXIII Congreso de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), que se celebra los días 8 y 9 de marzo, Novartis celebra un simposio en el que se presentarán los resultados del estudio RIVAL a 2 años. Una ponencia interactiva que reunirá a expertos en oftalmología de toda España y en la que participarán el Dr. Javier Zarranz, especialista en Vitreo-Retina del Hospital Clínic de Barcelona, y el Dr. Enrique Cervera, jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital General de Valencia.

Durante la misma, ambos ponentes harán un repaso de la evolución del manejo de la degeneración macular asociada a la edad neovascular (DMAEn) desde sus inicios, para abordar las pautas actuales de tratamiento. A este respecto, los expertos abordarán la llegada del biológico ranibizumab, primer fármaco para DMAEn diseñado específicamente para uso intravítreo, y la última evidencia publicada en los resultados del ensayo clínico RIVAL, que evalúa la progresión de la atrofia, los resultados visuales, el número de inyecciones o el número de visitas.

Para el Dr. Cervera, “ranibizumab supuso un antes y un después en abordaje de la DMAEn, ya que propició un cambio en la percepción de la enfermedad. Por primera podríamos afrontar la enfermedad con el objetivo de frenarla con resultados funcionales positivos y de ganancias visuales. Gracias a ello, hemos podido proporcionar una calidad de vida que era impensable hace años”, afirma.

En este sentido, el Dr. Zarranz-Ventura coincide con el papel relevante de este tratamiento: “fue el primer fármaco diseñado específicamente para uso intravítreo que permitió ganancias de visión en ensayos clínicos controlados, resultados que no habían conseguido ninguna de las opciones terapéuticas disponibles hasta la fecha”.

Es precisamente mejorar y mantener la calidad de vida de los pacientes -donde la visión juega un papel primordial- el principal reto que se plantea a la hora de abordar la DMAEn. En concreto, el desafío está, según el Dr. Cervera, en “conseguir las máximas mejoras visuales con el menor número posible de tratamientos y visitas”.

A pesar de los avances en el manejo de la enfermedad, uno de los auténticos problemas que existe en torno a esta patología, además del infradiagnóstico, es el retraso en el inicio del tratamiento, lo que se relaciona, según el Dr. Zarranz-Ventura, “con la capacidad de los distintos centros de realizar un diagnóstico precoz y vehiculizar a los pacientes afectados hasta las unidades de tratamiento”.

Principal causa de pérdida de visión grave y ceguera legal

La DMAEn es la principal causa de pérdida de visión grave y ceguera legal en personas mayores de 65 años en Norteamérica, Europa, Australia y Asia, y se estima que afecta a 20-25 millones de personas en todo el mundo. La DMAEn se produce cuando se forman vasos sanguíneos anormales que crecen debajo de la mácula, la zona de la retina responsable de la visión aguda central. Dichos vasos sanguíneos son frágiles y liberan fluidos, perturbando la arquitectura retiniana normal y provocando daños.

Los primeros síntomas de la DMAEn son visión distorsionada o metamorfopsia y problemas para ver los objetos con claridad. El diagnóstico e intervención temprana son esenciales. A medida que la enfermedad avanza, los daños celulares aumentan, reduciendo la calidad de la visión. Esto puede provocar una pérdida total de visión central, por lo que el paciente no puede leer, conducir o reconocer caras conocidas3. Sin tratamiento, la visión puede deteriorarse rápidamente.

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