Después de afirmar por activa y por pasiva su plena confianza en los modelos 737 MAX y defender que no había ningún problema en los mismos que hubiera provocado dos accidentes en apenas unos meses, Boeing ha aceptado la nueva decisión de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) de vetar también su uso como habían hecho otras instituciones regulatorias a lo largo de todo el globo.
La puntilla a la reputación de la compañía la puso el propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que fue el encargado de avanzar la decisión de la FAA en una comparecencia en la que anunció que habían tenido conocimientos de nuevos datos sobre la investigación del accidente en Etiopía. Las palabras usadas por Trump dejaron en evidencia la actuación de la propia compañía durante las últimas horas: “La seguridad del pueblo americano y de todo el mundo es nuestra máxima preocupación”.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 13 de marzo de 2019
El contundente comunicado de la FAA indicaba que la decisión de dejar en tierra este modelo de Boeing venía propiciada “como resultado de los datos recolectados y nuevas evidencias conocidas en el día de hoy“. Esta institución se había convertido en el único apoyo de Boeing y termina de agravar una crisis de reputación que tendrá consecuencias millonarias para la firma.
El CEO de Boeing, último recurso
La crisis reputacional de Boeing ha llegado a ser de tal calibre que los propios responsables de comunicación de la firma han decidido exponer a su máximo responsable. No directamente ante los medios de comunicación, pero sí en el comunicado emitido tras la decisión de la FAA.
In Consultation with the FAA, NTSB and its Customers, Boeing Supports Action to Temporarily Ground 737 MAX Operations: https://t.co/Z6gIInNYHL pic.twitter.com/cBHzvsdVw7
— The Boeing Company (@Boeing) 13 de marzo de 2019
La nota puso en boca del CEO de Boeing, Dennis Muilenburg, sus condolencias por los fallecidos: “En nombre de todo el equipo de Boeing, extendemos nuestras más sinceras condolencias a las familias y seres queridos de aquellos que han perdido la vida en estos dos trágicos accidentes”.
Asimismo, puso también en palabras del máximo responsable el discurso de defensa de la seguridad como un valor fundamental de la compañía: “La seguridad ha sido un valor fundamental en Boeing durante el tiempo que llevamos construyendo aviones y siempre lo será. No hay mayor prioridad para nuestra empresa y nuestra industria. Estamos haciendo todo lo posible para comprender la causa de los accidentes en asociación con los investigadores, implementar mejoras de seguridad y ayudar a garantizar que esto no vuelva a suceder“.
Algunos medios han indicado que el propio Muilenburg ha mantenido conversaciones con Trump en las últimas horas y antes del anuncio de la FAA. Precisamente debe ser su compañía la que construya el nuevo Air Force One.
Las aerolíneas reclamarán a Boeing
La aerolínea Norwegian ha abierto la veda sobre las reclamaciones económicas a la compañía estadounidense por no poder utilizar las aeronaves. Está por ver si el resto de empresas deciden seguir una estela que podría provocar pérdidas millonarias a Boeing en plena guerra comercial con Airbus por ver quién lidera el espacio aéreo mundial.
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