El cáncer de cuello uterino: décima causa de muerte entre las mujeres españolas

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Un estudio realizado por el jefe de la División de Virología Experimental del Instituto de Virología Médica y Epidemiología de las Enfermedades Virales de la Universidad de Tuebingen (Alemania), el profesor Thomas Iftner, ha determinado que el cribado en cáncer de cérvix resulta más efectivo al emplear tests basados en la detección del virus de papiloma humano (VPH) mediante la amplificación del ARNm de los subtipos de alto riesgo oncogénico, reduciendo así un 23% de los falsos positivos clínicos, en comparación con los test basados ADN.

La investigación publicada en la revista “Journal of Clinical Microbiology” ha tomado una población de 10.040 mujeres alemanas, entre 30 y 60 años, y se ha basado en la comparación del tset Aptima HPV (Hologic), el cual detecta el VPH por medio de la amplificación del ARNm del virus activo, con la prueba de referencia actual basada en ADN (Hybrid Capture 2, HC2, Qiagen).

Como parte de los resultados, el test Aptima HPV ha demostrado un incremento importante de la especificidad, capacidad de la prueba para identificar la ausencia de la patología, arrojando un 23% menos de falsos positivos clínicos. Esto representa una disminución considerable del número de colposcopias innecesarias, reducción de tratamientos y bajo nivel de ansiedad por parte de los pacientes. Asimismo, el presente estudio ha indicado un valor predictivo negativo del 99,8% en un intervalo temporal de 6 años, similar al de las pruebas fundamentadas en ADN, ratificando su eficacia longitudinal en el cribado poblacional de rutina con el mismo nivel de sensibilidad, capacidad de la prueba para detectar la enfermedad, que la prueba de referencia actual.

Ante lo explicado, el director de Medical Affairs de Hologic para España y Portugal, Miguel Sainz de los Terreros, ha expuesto que “el ensayo Aptima HPV presenta una especificidad considerablemente mayor que el ensayo de referencia de HC2, ya que detecta la existencia de una infección persistente que puede dar lugar a lesiones cancerosas en lugar de detectar la mera presencia del virus como ocurre en los tests basados en la detección del ADN. Esto da como resultado una más baja identificación de infecciones clínicamente irrelevantes, lo que beneficia al sistema de salud y permite a los médicos concentrarse en el seguimiento de aquellas pacientes que lo necesitan”.

Cabe destacar que según el Instituto Catalán de Oncología y la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), cada año en Europa se diagnostican 58.373 mujeres con cáncer de cuello uterino y 24.404 pierden la vida a raíz de esta enfermedad. En España, más de 2.500 nuevos casos se detectan cada año y se registran al mismo tiempo 840 muertes, cifras que convierten al cáncer de cuello de útero en la décima causa de muerte entre la población femenina española.

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