El madrileño Leo Farache es actualmente el director general de la Asociación de Agencias de Medios, socio director de Educar es todo y se ha aventurado a publicar “El arte de comunicar”. Farache se ha acercado a las oficinas de prnoticias para hablar de su obra, qué podemos encontrar en ella y la importancia de la comunicación dentro de la sociedad.
Farache explica que en el libro “se proponen catorce habilidades, algunas de ellas relacionadas con la personalidad y otras que son técnicas, en cualquier caso todas ellas son susceptibles de ser practicadas, mejoradas…pero lo que trasciende en el libro es la idea de convertirnos, de interiorizar, nuestro papel de comunicadores”. Todo ello, a través de ejemplos y recomendaciones “para que nos sintamos comunicadores”.
El escritor considera que la comunicación puede resolver buena parte de los problemas que sufrimos en el día a día e incluso no duda en afirmar que “Las palabras bien utilizadas son el origen de una nueva y buena sociedad”. Por esta razón, el libro está dirigido a todos los públicos, desde profesionales del sector a doctores, maestros o padres que necesitan encontrar una vía de comunicación con los hijos.
Un arma para resolver todos los problemas
¿Qué problemas podemos resolver con las comunicación? Farache considera que “la mayoría, no digo todos, pero la mayoría de los problemas que tiene un jefe con su colaborador, un profesor con su alumno, dos cónyuges, una madre con su hijo,…en definitiva, las relaciones están llenas de comunicación y muchas veces, quizás porque perdemos de perspectiva nuestro papel de comunicadores, nos enredamos y nos llenamos de conflictos”.
Asimismo, considera que “la comunicación está, no para huir de esos conflictos, sino para resolver estos conflictos. También, en nuestra vida interior, la mayoría de las envidias, del estrés, también son inventados. Digo la mayoría, porque hay veces que tenemos graves problemas relacionados con la salud, o el fallecimiento de un familiar, y eso no se soluciona con comunicación. Pero la mayoría de esos problemas tienen que ver con nuestra comunicación interior”.
Se lo recomendaría a “todos los políticos”
Para Farache, el mero acto de hablar es comunicar en sí mismo, aunque lamenta que “a veces nos exponemos demasiado cuando hablamos. El ejemplo que podemos utilizar hoy es el de los políticos, que se sobreexponen, que su comunicación es muchas veces vacua, sin sentido, que nos hiere como receptores del mensaje, que está poco pensada. Al final uno piensa que los políticos son personas con poca capacidad para comunicar y efectivamente hablar, lo que decimos, es comunicar”.
Por esta razón, le recomendaría el libro a todos los políticos: “Para cualquiera de ellos, para los cinco líderes más importantes de la política. A cualquiera de ellos, a algunos más y a otros menos, me encantaría recomendarles algunas cosas que son de puro sentido común”.
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