La edición genómica en humanos y sus aplicaciones médicas centrarán el debate de la bioética de las próximas décadas

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Los avances de la medicina y la ciencia en términos relativos a la edición genética han abierto nuevos campos en la biotecnología que han ayudado a expandir el conocimiento, erradicar enfermedades congénitas y a la apertura de perspectivas insospechadas en el abordaje de un sinfín de patologías, e incluso, empezar a plantear cambios sustanciales en la realidad vital del ser humano, tal y como hoy lo conocemos.

Con el objetivo de arrojar luz ante esta realidad que ya está presente en la actualidad científica, y en especial, sobre lo relativo a la edición genómica y su papel en la modificación genética de los seres humanos así como otras facetas del denominado Transhumanismo, HM Hospitales ha celebrado la VI Jornada de Formación en Bioética que ha tenido lugar en el Auditorio Reina Sofía del Hospital Universitario HM Sanchinarro. Allí, un elenco de investigadores, biólogos, médicos, docentes y juristas debatieron sobre cómo los avances de la ciencia como la edición genética y cómo esta puede ayudar al mejoramiento humano mediante la vía de la modificación mediante la tecnología.

El Dr. Juan Abarca Cidón, presidente de HM Hospitales, fue el encargado de inaugurar esta jornada. En sus palabras de presentación recordó, “la constitución hace 6 años del Comité de Ética de Asistencia Sanitaria (CEAS) de HM Hospitales y que desde hace tres años cuenta con la acreditación por la Comunidad de Madrid. Desde HM Hospitales abogamos por no perder la perspectiva de la humanización y promovemos análisis profundos de las implicaciones que estos avances tienen, ya que pretendemos aportar valor a la sociedad y queremos hacerlo lo mejor posible, también en lo relativo a la bioética”, destacó.

El organizador de la jornada, el Dr. Julio Villanueva, director adjunto del Hospital Universitario HM Sanchinarro, fue el encargado de presentar a los diversos ponentes que plantearon e introdujo algunas de las claves de la jornada como que “por primera vez la humanidad puede modificar el código genético de sus descendientes y esta realidad nos genera preguntas que se deben resolver. Los conflictos bioéticos que plantea en nuestra sociedad el rechazo a la discapacidad, el sueño constante de llegar a poseer supercapacidades o la búsqueda moderna de la inmortalidad – mediante técnicas como el alargamiento telomérico, los dispositivos sinápticos electrónicos o la edición genómica – y en general los criterios para evaluar la licitud o no de cualquier planteamiento destinado al mejoramiento humano por vía de su modificación estructural mediante la tecnología”.

Buena parte del debate sobre la edición genómica se produce por últimos avances en edición genética mediante la práctica de la técnica CRISPR CAS9, que permite cambiar la expresión de un gen y cuyas implicaciones van mucho más allá de la medicina. Esta nueva realidad genera problemas éticos y jurídicos, que alcanzan hasta el concepto de identidad del ser humano y sus límites.

La jornada se inició con la intervención de Federico de Montalvo Jääskeläinen, presidente del Comité de Bioética de España, quien planteó cuestiones sobre cómo formar a la sociedad para abordar la biotecnología y la bioética de una manera responsable. También alertó sobre la generación de dilemas médicos, éticos y sociales que se derivan al desdibujarse la intención de curación mediante la edición genómica y pasar al mejoramiento humano para obtener una sobre capacidad. El Dr. Villanueva asegura a este respecto que, “no es difícil percibir como estas cuestiones -por su naturaleza innovadora e incluso futurista-, suscitan problemas que trascienden la realidad inmediata de la mayoría de ciudadanos y quizás por ello su aceptación no ha venido precedida de la necesaria información acerca de sus riesgos y posibilidades”.

El reto de la edición genómica

Después, Francisco Javier de la Torre, director del Máster de Bioética, presidente del Comité de Ética de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid y doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, alertó sobre la posibilidad de que la edición genómica redefine la vida y al ser humano y estableció. “El reto deriva de que abre las puertas a poder cambiar la herencia genética de formas completamente novedosas, y aunque nace con la intención de curar patologías hasta ahora inabordables, puede permitir bajo una perspectiva transhumanista que se elijan características deseables para la descendencia, no ya desde un criterio de salud o enfermedad sino desde otros puntos o prerrogativas claramente cuestionables”, comenta el Dr. Villanueva.

La jornada también contó con interesantes disertaciones de Miguel Ángel Serra, doctor en Biología del Laboratorio de Neurofarmacología de la Universidad Pompeu Fabra, quien abordó los aspectos científicos del mejoramiento humano, o del abogado Albert Cortina, director de DTUM Studio, quien desgranó el concepto de discapacidad e hipercapacidad y como sus fronteras se difuminan con la intervención de la edición genómica. Por último, Elena Postigo Solana, profesora adjunta de Bioética de la Universidad Francisco de Vitoria y de la Cátedra de Bioética Jérôme Lejeune, incidió en la intervención de la bioética en el mejoramiento humano.

A modo de conclusión, el Dr. Villanueva quiso poner el foco en como las implicaciones científicas y bioéticas tiene el mejoramiento humano producen rápidamente una colisión entre el interés particular. “Existe una diferencia esencial entre los potenciales usuarios que necesitan un resultado concreto frente al interés general en que los procesos por los cuales se obtienen estos resultados deban regularse desde el origen para evitar abusos o usos indebidos futuros. Como por ejemplo los riesgos de manipular nuestro genoma o juntar herramientas de diagnóstico, mapeo genético, Big Data o las técnicas de edición de genes para usos no terapéuticos. Es en este punto en el que surgen conceptos como la biología sintética o aspiraciones como la búsqueda de la inmortalidad. En muchas ocasiones solo se enuncian sus bondades con gran intensidad, pero no concretan cuales son los riesgos que conllevan”, concluye.

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