En septiembre de 2018, Eva Pavo cogía las riendas de la dirección de comunicación de Correos. Nueve meses después, como si de un embarazo se tratara, ha presentado en sociedad la que será la nueva marca de la compañía durante los próximos años. En total, han pasado diecinueve años desde que se hiciera el último rebranding de la marca, tiempo en el que la compañía ha evolucionado de tal forma que incluso trabaja fuera de nuestras fronteras.
El servicio postal nacional ha querido plasmar la evolución y transformación que ha sufrido llevando a cabo un rebranding de su marca. La dircom de Correos considera que el cambio de imagen es representativo no sólo de lo que ha vivido la compañía sino de lo que está por llegar: “Sabemos que viene un futuro muy intenso de cambios. Por lo tanto, cuando cambias una compañía, cuando hay una transformación de este calado, la imagen de la compañía tiene que transformarse igual, modernizarse”.
Describe los últimos meses como excitantes e intensos, aunque señala que los cambios eran parte de su responsabilidad para “poner la marca a la altura de la empresa y llevar a Correos donde se merece. Creemos que necesitaba un cambio, un poquito de alegría y de modernidad, sobre todo en la marca y en la imagen”.
Una modificación que pronto podrán percibir todos los ciudadanos, pero que no se queda ahí porque Pavo señala que es sólo el comienzo: “Vamos a hacer cosas bastante interesantes en el ámbito de marketing y de la publicidad, y creemos que Correos es una gran marca que tiene muchas posibilidades. Es cierto que en este proyecto hemos tenido un poquito de vértigo porque cuando dejan una marca de trescientos años en tus manos, es lo menos que puedes sentir”.
Respeto al diseño original
Si bien algunos no caerán rápidamente en el cambio que ha sufrido el logotipo de Correos, ésta era una de las intenciones de los dirigentes y Pavo reseña que “hemos tenido un rebranding bastante potente que mantiene todo lo antiguo, todo lo que representa, los 300 años de retos conseguidos, pero que también le suma todo lo que está por llegar”.
Y entre sus intenciones nunca estuvo tocar la corona, como algunos se apresuraban a comentar. Así, la responsable de comunicación confirma que “nunca se planteó quitar la corona, no sabemos de dónde ha salido eso porque además esto lleva hecho varios meses. No sabemos de dónde ha salido, nunca estuvo en nuestros planes”.
Ni la corona, ni los colores. El amarillo y el azul seguirán estando presentes e incluso reseña como en las pruebas previas a la presentación algunos de los encuestados incluso seguían diciendo que el amarillo predominaba aunque el logo expuesto fuera en blanco sobre fondo azul: “Aunque saliéramos sin el amarillo, es nuestro color, el que nos representa, nos gusta y además es reconocido y nuestro gran reto era modernizar la marca sin tocar los valores que la anclan”.
Sin campaña en televisión
Correos llevará a cabo una campaña de difusión sobre el cambio de imagen que no llegará a televisión, tal y como ha confirmado Pavo por “razones presupuestarias, tampoco queríamos hacer una gran inversión en el rebranding, simplemente que se conociera puesto que es una marca tan reconocida y tan querida por los españoles que vieran que también se está modernizando”.
Cuando el gran público vea las modificaciones realizadas, puede que critique el haber invertido en este aspecto. A los futuros detractores de la nueva imagen, Pavo les recuerda que “somos una gran marca, y que debemos estar a la altura de los retos que tiene la compañía. Todas las grandes marcas y todas las grandes empresas tienen que realizar cierto tipo de cambios e inversión en imagen, en publicidad, en comunicación…porque lo demandan los tiempos, los resultados financieros y porque es bueno para los empleados de la compañía y toda la sociedad”.
Seguiremos informando…
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