La crisis del periodismo continúa sumando nuevas víctimas. La última es la revista bimensual Atlántica XXII, que cierra tras más de una década de vida con la publicación de su número 62, que ya está a la venta. “Lo deseable hubiera sido darla a conocer en la propia publicación, pero los acontecimientos se precipitaron tras la salida de ese número, en relación a la delicada situación económica de la revista”, asegura la dirección del medio.
La falta de publicidad es el motivo que está detrás de este cierre, ya que ha impedido a la revista alcanzar la rentabilidad: “Atlántica XXII soportó durante diez años y medio un auténtico boicot de la publicidad institucional, prácticamente de todas las administraciones, porque jamás recibió el trato equitativo y obligado legalmente que le correspondía por sus ventas y su incidencia social en ninguna de ellas”.
La editora del medio, Letras Atlánticas, señala con nombres y apellidos al principal culpable de esta situación, Javier Fernández: “Su incidencia fue más allá porque este boicot del gobierno asturiano arrastró también al de la publicidad privada de las empresas, también ausente de las páginas de esta revista, salvo honrosas excepciones. El miedo al poder y a sus represalias de muchos empresarios asturianos, en proyectos, inversiones y negocios si se anunciaban en Atlántica XXII, es algo que pudimos comprobar oyendo sus propios testimonios. Más sorprendente, pero esclarecedor, es que ni una sola de las agencias de publicidad de Asturias hayan querido trabajar con nosotros”.{wbamp-show start}
Con respecto al futuro inmediato de la marca, la dirección espera “que el espíritu atlántico no desaparezca con la revista” y no descarta ninguna opción: “Podría ocurrir incluso que el medio permaneciera, volcándose en su edición digital, cuyos costes son infinitamente más baratos, si sale adelante esa pretensión de un grupo de periodistas y colaboradores, que se plasmaría en un nuevo proyecto a diseñar ahora con vistas a hacerlo realidad dentro de unos meses”.
“Que eso salga adelante dependerá de su acierto y también de la permanencia del apoyo de lectores y suscriptores. De momento nuestra pretensión es que la web de Atlántica XXII permanezca activa, se pueda acceder a través de ella a lo publicado en la revista e informe de cualquier novedad interna”, aseguran sus responsables.
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