El hecho de que en los últimos tres años se haya visto reducida la plantilla entre los médicos de prisiones un 40% es el argumento principal que la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha presentado ante el Ministerio del Interior. Su intención es hacer saber a los responsables de Instituciones Penitenciarias la carga asistencial a la que tienen que hacer frente los médicos de prisiones ante la falta de personal.
Pedro A. Martínez Sánchez, vocal de Médicos de Prisiones de CESM ha denunciado que en las cárceles, realizan mayoritariamente servicios de urgencias: “Es como si en un centro de salud no hubiera consultas, únicamente urgencias, y hubiera que esperar al infarto para atender una cardiopatía”, explica. {wbamp-show start}
En la reunión también se ha expresado la intención de CESM de convocar una huelga indefinida hasta que el Gobierno tome conciencia de la importancia del problema. Desde este organismo denuncian que en los últimos tres años, la plantilla ha descendido más de un 40%, a lo que habría que añadir que el 90% de los médicos supera los 50 años de edad y el 35% de ellos están a las puertas de la jubilación.
“Hay un desfase cada vez mayor entre la demanda de atención que precisan los más de 51.000 reclusos que hay en las cárceles españolas y el número de médicos, que no quieren trabajar en el sector, entre otros motivos, porque sus salarios presentan una diferencia en su contra de casi 20.000 euros netos al año, sin guardias, respecto a un profesional que trabaje en Atención Primaria”, denuncia el vocal de CESM.
Desde este organismo también recuerdan que en la actualidad sólo Cataluña y País Vasco tienen integrada la sanidad penitenciaria en los sistemas autonómicos de salud, mientras que en el resto del país, el servicio sanitario sigue dependiendo orgánicamente del Ministerio del Interior. El objetivo de CEMS es alcanzar una sanidad penitenciaria de calidad, “que pueda cumplir los estándares de igualdad del resto del sistema sanitario público”.
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