Los cambios han llegado a RNE. Tras una temporada que ha dejado mucho que desear en la emisora pública, la cúpula de RTVE ha dado un vuelco a toda su parrilla, poniendo a Pepa Fernández como máximo estandarte de estas novedades. Ella será la nueva voz de las mañanas, al igual que Amaya Prieto y Mamen Asencio de las tardes y Alfredo Menéndez de las madrugadas.
La decisión de llevar a cabo estos cambios ha sido la consecuencia directa de un año para el olvido. La última temporada arrancaba con RNE respaldada con 1.391.000 oyentes –según los datos del EGM correspondiente a la segunda ola de 2018- y se despedía con 1.188.000. Unos números que se han reducido en un año un 14,6% y que han supuesto el peor resultado de la historia de la emisora.
Si analizamos los datos de la temporada por franjas, las conclusiones no son mejores. Todos sus pilares han perdido el respaldo de los oyentes en la última temporada. En lo referente a ‘Las mañanas de RNE’, el descenso en el último año ha sido del 3%, con una caída de 28.000 oyentes. Aun así, su caída ha sido la más moderada, dejando al matinal con 920.000 seguidores. {wbamp-show start}
En el caso de la tarde, Esto me suena, con Ciudadano García, ha rozado un descenso del 8%, que se traduce en 26.000 oyentes desde que comenzase la temporada el pasado mes de septiembre. En aquel entonces, el programa de las tardes de RNE arrancaba con 948.000 y se despide con 920.000 oyentes.
El peor parado es el programa de la noche. 24 horas ha sufrido una caída anual del 38,6%, tal y como reflejan los datos publicados por el último Estudio General de Medios. El programa informativo arrancó la temporada con 477.000 oyentes y ha descendido a 293.000.
Las madrugadas, que a partir de septiembre estarán conducidas por Alfredo Menéndez, también se dejan arrastrar por este descenso generalizado. En un año, Gente despierta ha perdido 16.000 oyentes, hasta cerrar esta temporada con 200.000 seguidores.
Con estas cifras, los cambios de la dirección que encabeza Rosa María Mateo eran obligados. No obstante, ¿es este baile de sillas la solución a los problemas de RNE?
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