Por enésima vez, Verano azul ha llegado a su fin. La 2 decidió rescatar a principios de agosto la mítica ficción rodada en Nerja para elevar sus audiencias. La jugada, que está basada en el gran poder de la nostalgia, le ha salido bien a la cadena pública, que ha visto como la serie se ha convertido en un revulsivo que ha elevado los discretos datos de audiencia que suele manejar.
Verano azul aterrizó en la parrilla de La 2 el pasado 1 de agosto con un 5,6% de cuota de pantalla y 477.000 espectadores. Este buen rendimiento se vio confirmado en las siguientes entregas, que superaron en su inmensa mayoría el 4% de share. La mayor alegría para La 2 llegó el 22 de agosto, cuando la serie anotó máximo y consiguió imponerse a El concurso del año (Cuatro) tras anotar un 5,8% de cuota y 502.000 televidentes.
También obtuvo un buen registro el penúltimo episodio de la serie, uno de los más recordados debido a que en él se produce la muerte de Chanquete, que alcanzó un 4,5% de share y 380.000 espectadores. Un día después, Verano azul cerró su periplo veraniego por La 2 con un buen 5% de cuota de pantalla y 453.000 televidentes, lo que le llevó a quedarse muy cerca de volver a superar a El concurso del año.{wbamp-show start}
La emisión de los 19 capítulos que componen la serie ha promediado un 4,56% de share y 385.000 seguidores, lo que le ha llevado a situarse más de 1,5 puntos por encima de la media del canal. Con la confirmación de que reponer la serie durante el mes de agosto ha sido un acierto, la apuesta por Verano azul vuelve a poner de relieve que la nostalgia es uno de los factores más poderosos de la industria audiovisual actual y que, de una forma bien empleada, puede subir notablemente los índices de audiencia.
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