Pese a los múltiples obstáculos a los que ha tenido que hacer frente TVE en el último lustro, una cosa se ha mantenido invariable durante todo este tiempo: la infalibilidad de Jordi Hurtado. La 2, inmersa en una crisis de audiencia eterna, lleva años confiándole toda su suerte a Saber y ganar, que se ha consolidado como el único faro capaz de guiar a la cadena.
Pero hasta los más grandes flaquean en algún momento. Y si no, que se lo digan al concurso que comanda Hurtado, que ha vivido el peor arranque de curso de su historia. Tras cosechar números más que decentes durante el pasado curso, Saber y ganar ha sufrido un desplome súbito durante los primeros compases de septiembre que comienza a tornarse preocupante.{wbamp-show start}
Las siete entregas del concurso emitidas por La 2 en lo que va de mes promedian un 6,3% de cuota de pantalla y 769.000 espectadores, lo que supone una caída de 1,5 puntos y 168.000 seguidores con respecto a septiembre de 2018. Lejos quedan aquellos tiempos no tan lejanos cuando el programa superó el millón de fieles de media allá por enero o la racha de seis meses consecutivos que firmó superando el 8% de share (enero-junio 2019).
Las vacaciones supusieron un mazazo para el espacio, que logró aguantar el tipo en julio (7,35% de cuota y 855.000 adeptos) pero sucumbió en agosto (6,64% de share y 728.000 seguidores). Una vez superado el calor, el programa no ha logrado recuperar su estado de forma, siendo incapaz de alcanzar el 7% de cuota en ninguna de sus entregas.
Pero, ¿por qué ha entrado en este declive repentino Saber y ganar? Después de tantos años en antena, es normal que los formatos sufran desgaste, por lo que La 2 debería darle un lavado de cara al espacio, abrirse más al público joven y conformar un casting trufado de concursantes carismáticos que consigan traspasar la pantalla aunque, claro está, sin perder la esencia que ha llevado al programa a ser un icono de TVE.
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