Tras el éxito cosechado con las anteriores temporadas de Clandestino, David Beriain llega a España para descubrir algunos de los problemas que permanecen ocultos para el gran público. Este lunes, a partir de las 22:30 horas, DMAX estrena las ocho nuevas entregas del programa que, por primera vez, se han grabado en territorio nacional y que versan sobre temas como tráfico de droga, inmigración, trata de blancas o sicarios.
Con respecto a la circunstancia de que se trate del primer rodaje de Clandestino en España, Beriain revela que “era un reto, nosotros apenas habíamos trabajado en España y no teníamos la red de contactos que tenemos en otros lugares. La dificultad era trabajar donde vives porque entrevistamos a sicarios en Madrid y tocamos realidades que están a la vuelta de la esquina”.
El comunicador aprovecha esta circunstancia para alabar a los profesionales que se dedican al periodismo local porque “es el más difícil de hacer: contar las historias del lugar donde vives y quedarte después”. “Ha sido un desafío que nos ha aportado muchas cosas y hemos aprendido que esas realidades que ocurren en otras partes del mundo también suceden en España y mucho más de lo que creemos”, añade.
¿Conseguirá Clandestino concienciar a la sociedad sobre lo que conllevan ciertos hábitos? “Creo que el que consume cocaína no se para a pensar lo que trae consigo y el que consume prostitución no quiere pensar si esa mujer ha sido explotada o engañada para estar en esa situación. De la misma manera que no nos paramos a pensar qué hace falta para conseguir los minerales con el que se construyen los móviles que tenemos. Vivimos en una sociedad que prefiere ignorar las consecuencias de sus actos. Consumir es un acto y tiene consecuencias. Lo que nosotros intentamos es que la gente que hace uso de este tipo de cosas sepa lo que hay detrás”, asevera Beriain.
Cuestionado acerca de si el auge del feminismo puede ayudar a que la sociedad empiece a comprender lo que supone la prostitución y la trata de blancas, el periodista regatea y explica que, “más allá de las corrientes políticas y sociales, esas mujeres merecen que su situación se reconozca y que la gente sea consciente de ello independientemente de cual sea nuestra postura sobre cualquier otra cosa en la vida”.
“Este tema no tiene que importarnos solo en la medida que seamos más o menos feministas, nos tiene que importar porque somos humanos y porque en nuestra sociedad no debería producirse la esclavitud. Tenemos que asumir que en España hay un montón de mujeres esclavas, sexuales pero esclavas”, apunta el navarro.
“Es muy triste que los políticos usen la inmigración para sacar dos votos más”
Otro de los temas que centran estas nuevas entregas es la inmigración ilegal, un asunto que se ha convertido en arma arrojadiza para los políticos durante la eterna campaña electoral por la que atraviesa España. “Los políticos usan la inmigración para sus propios fines de la misma manera que utilizan cualquier otro tema en el que tener una posición dé un rédito político. Me duele que, en este tema, hay más de utilitarismo que de convicción”, asegura, confirmando que “muchas de las cosas que dicen en el debate sobre la inmigración son mentira, me parece muy triste que lo utilicen para sacar dos votos más”.
¿Deberían ver la entrega sobre inmigración los responsables de Vox? Beriain no se moja e indica que “lo tiene que ver cualquier persona que quiera tener una opinión sobre el tema. Estos programas no son un ataque o una crítica a nadie, muestra una realidad. Ese es el problema en este país: ¿cuál es mi postura política sobre esto o lo otro? ¿Cuál es la postura que me conviene tener para llegar a más público?”.
El periodista acaba con una crítica al periodismo de trinchera, que cotiza al alza en los últimos tiempos: “Si uno se da cuenta cómo está segmentado la mayor parte de los medios de comunicación en España, se observa que cada uno tira a lo suyo y eso provoca una sociedad enferma porque acude a los medios para reforzar sus ideas, no para contrastarlas. El periodismo es la religión de la historia, de la realidad. De eso tenemos que hablar, más allá de si le va a sentar bien a uno u a otro”.
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