Con motivo de la reciente celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, y en línea con su compromiso de informar, aconsejar y apoyar esta práctica tan recomendable y beneficiosa para los recién nacidos, el Hospital General de Villalba, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, hizo su particular homenaje a la onomástica organizando una jornada en la que, bajo el lema mundial de este año “Empoderémonos. Hagamos posible la lactancia”, sensibilizó y resolvió dudas acerca de la que, actualmente, es la forma de alimentar a los bebés recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta los 2 años, y en exclusividad durante los primeros seis meses de vida.
Y es que, como afirma Natalia Fernández, enfermera de Continuidad Asistencial del hospital, “la lactancia materna no es sólo una manera de alimentar a los bebés, la mejor y más natural en los primeros meses de desarrollo; sino que es una forma de vida que aporta muchos beneficios al recién nacido -aunque requiere paciencia y apoyo-, y algo natural que no se puede ni se debe esconder, lo que hace necesario normalizarla y luchar contra muchos tabúes y restricciones aún existentes en torno a ella”.
En este sentido, si bien sus ventajas son ya conocidas por la población -“es el alimento más natural, además de ser dinámico, es decir, que se adapta a las necesidades del bebé según este va creciendo, aporta a través de la madre numerosas defensas al bebé y refuerza el vínculo entre ambos, recuerda Fernández-, aún se desconocen muchos de los apoyos que existen para quienes se deciden por esta opción, fundamentales para superar las dudas o momentos difíciles que pueden encontrarse en el camino”, sobre todo los primeros días, tan decisivos para que se instaure la lactancia.
Apoyos que marcan la diferencia
El primero de ellos es el del padre o pareja, a menudo relegado a un segundo plano, pero que, a juicio de la enfermera de Continuidad Asistencial del Hospital General de Villalba, “tiene un papel muy importante de apoyo ,que hay que empoderar, y que cada vez reclaman más ellos mismos implicándose en esta práctica, acudiendo a los talleres de lactancia impartidos en el hospital y los centros de salud adscritos y aprovechando el tiempo más prolongado que ahora tienen en los primeros días de vida de los bebés para estar con ellos, las madres y las familias”.
Asimismo, contar con el respaldo profesional es siempre un valor añadido que en este hospital asumen las enfermeras y matronas durante el ingreso hospitalario de la madre y el bebé, pero que se prolonga gracias a estas últimas para abarcar todo el periodo de lactancia a través de un teléfono para el asesoramiento y la resolución de dudas, activo las 24 horas del día. “Las mujeres suelen plantear problemas de agarre del niño, de qué hacer si no para de llorar… cuestiones habitualmente no graves, pero que angustian y preocupan mucho, sobre todo a determinadas horas o cuando se encuentran solas, y alivia mucho saber que cuentas con esta innovadora vía de comunicación en la que puedes apoyarte en cualquier momento”, matiza Fernández.
Este asesoramiento se suma al relacionado con la alimentación complementaria, que comienza a darse al bebé entre los cuatro y los seis meses de vida como complemento a la lactancia materna, y de la que también se habló en la jornada, priorizando su importancia a la de los conocidos percentiles, sobre los que los profesionales cada vez son más cautos, ya que, como afirmó la especialista, “cada niño es diferente y no se pueden dar las mismas pautas de peso y medida a todos los niños de una misma edad, por amplias que sean estas”.
Similar apoyo y acompañamiento ofrecen las asociaciones de lactancia, también presentes en el encuentro, y las redes de madres en internet, en donde los especialistas aconsejaron prudencia y sentido común, ya que no todas las páginas tienen información fiable; al igual que, a juicio de la enfermera, “es fundamental el papel de las matronas de Atención Primaria, tanto en las consultas de los centros de salud como en los talleres de preparación al parto, los de lactancia previos al mismo y los de cuidados del recién nacido, etc, donde se ofrece información y formación que permite a las madres prepararse de forma previa a todas estas situaciones”.
Pese a todo ello, y a que las madres eligen mayoritariamente alimentar a sus pequeños con leche materna, ofreciéndola a demanda para que el organismo genere en función de las necesidades del bebé, algunas madres no se deciden por esta opción -“las razones para ello suelen venir de una mala experiencia previa, personal o cercana, que muchas veces el apoyo y asesoramiento adecuado puede revertir”, indica Fernández-, o no pueden o quieren prolongarla todo lo que quisieran por motivos laborales, o de cualquier otro tipo.
“En estos casos, nuestra obligación es informar y recomendar la lactancia materna, y mostrarles todas las herramientas que tienen a su disposición para conseguirlo, pero en cualquier caso, siempre apoyar la decisión última que tomen, que es de las madres, y si deciden no amamantar a sus hijos, hay alternativas en las que seguiremos acompañándolas y asesorándolas”, concluye la enfermera, miembro del Comité de Lactancia del Hospital General de Villalba.
Además de la existencia de dicho comité, el compromiso del centro con la lactancia materna se refleja también su participación en la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia -IHAN, puesta en marcha por la OMS y Unicef para incentivar a los hospitales, servicios de salud y salas de maternidad a adoptar prácticas que protejan, promuevan y apoyen una atención más cercana e individual durante el embarazo, parto y atención perinatal mediante la eliminación de barreras, prácticas rígidas, fomento de la lactancia materna exclusiva y el contacto piel con piel desde el nacimiento y durante su estancia hospitalaria- y su acreditación en la misma en un nivel 2D, conseguido en un tiempo récord desde la apertura del hospital, que se encuentra, además, en vías de certificación del siguiente nivel.
Seguiremos Informando…