Más de 50 neurólogos de toda España profundizan sobre el conocimiento de la progresión en la Esclerosis Múltiple

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Novartis celebró el pasado mes de octubre el encuentro LycEuM, un foro científico que contó con el aval de la Sociedad Española de Neurología (SEN), y que tuvo como objetivo profundizar en el conocimiento de la esclerosis múltiple secundaria progresiva (EMSP), una fase evolutiva de la esclerosis múltiple remitente recurrente (la forma más común de la enfermedad), caracterizada por la existencia de un deterioro progresivo no atribuible a brotes.

Este encuentro contó con la participación de más de 50 neurólogos de todo el territorio nacional que analizaron los resultados las últimas evidencias científicas presentadas en los congresos internacionales sobre la necesidad de frenar la velocidad de progresión de la enfermedad. En este sentido, el Dr. Óscar Fernández señaló que “los resultados de los ensayos clínicos que se están realizando actualmente presentan resultados muy esperanzadores, por cuanto se ha consegido reducir la progresión de la discapacidad de forma estadísticamente significativa y clínicamente relevante, lo que supone un hito muy importante, tanto para los clínicos, como, especialmente, para los pacientes”.

En la misma línea, el Dr. Antonio García Merino apuntó que “hay que aspirar a conseguir una ralentización clínicamente significativa en la velocidad de progresión de la discapacidad, incluyendo aspectos cognitivos y resultados en parámetros de resonancia magnética. Es importante seguir investigando en la EMSP, con el fin de poder aportar tratamientos útiles a un segmento de población sin opciones terapéuticas. La EMSP con brotes es susceptible de ser tratada con medicamentos, pero no cuando no hay evidencia de inflamación del sistema nervioso”.

Prevalencia y diagnóstico de la EMSP

En cuanto a datos de prevalencia en la esclerosis múltiple, el Dr. Fernández aseguró que en “España es de aproximadamente 100 casos por 100.000 habitantes, y un 90% de los pacientes tiene inicialmente brotes de la forma recurrente-remitente (EMRR). Al cabo de 15 años, la mitad de los pacientes adquieren una forma secundariamente progresiva (EMSP), que tiene una progresión independiente de los brotes”.

Por ello, ambos doctores coincidieron en que los aspectos principales en el manejo de esta enfermedad pasan por lograr un diagnóstico temprano y un tratamiento que consiga detener la progresión. El diagnóstico temprano en la EMSP es, en palabras el Dr. García Merino, “complicado”, ya que hay aspectos de la clínica de los pacientes que permiten tener sospecha del inicio de la progresión, pero por definición esa sospecha requiere su confirmación tras un periodo variable entre 3 y 6 meses, con progresión independientemente de si hay o no brotes.

Desde el punto de vista terapéutico, “el reto está en conseguir un tratamiento adecuado, que permita no sólo reducir la velocidad de progresión de la discapacidad, sino detener este proceso por completo”, finalizó el Dr. Fernández.

Seguiremos Informando… 

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