Vox sigue acaparando la actualidad mediática debido a sus controvertidas decisiones en su relación con los medios de comunicación. En esta ocasión, la formación liderada por Santiago Abascal está de enhorabuena, ya que la Junta Electoral Central le ha dado la razón en su disputa con la Cadena SER y El País, a los que vetó de su sede durante el escrutinio del 10-N.
Ambos medios optaron por reclamar ante la JEC el veto interpuesto por Vox pero el organismo ha avalado la decisión del partido de extrema derecha argumentando que dicha comparecencia no era un acto de campaña, por lo que no se le puede aplicar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). Tanto la SER como El País han anunciado que recurrirán esta decisión ante el Tribunal Supremo.
Como no podía de ser de otra manera, tanto Vox como su líder han celebrado a través de Twitter la respuesta de la JEC. “La Junta Electoral Central acaba de darnos la razón y dictamina que no tenemos porqué dejar entrar a Lo País y Lo SER en nuestra sede, ni en la noche electoral ni en ningún otro acto. ¡Iros a esparragar a La Moncloa!”, ha aseverado la formación, mientras que Abascal ha indicado que “no es veto. Es justicia”. “En los últimos días un director de un programa nos ha llamado ‘grandísimos hijos de puta’ y un director de un medio ha dicho que buscamos ‘el voto de los maltratadores’. Solo defendemos a nuestros votantes. A pocos ‘vetamos’ para todos los que lo merecen”, ha añadido.{wbamp-show start}
Dos diputados de Vox arrinconan a una periodista en el Parlament balear
Esta no es la única noticia que ha protagonizado Vox en las últimas horas. Tal y como recoge Ara Balears, dos diputados (Jorge Campos e Idoia Ribas) y un asesor de la formación de ultraderecha (Agustín Buades) arrinconaron a María Llull, jefa de redacción del diario, para recriminarle las preguntas que había realizado durante una comparecencia en el Parlamento balear. En concreto, la periodista cuestionó la procedencia de los datos que utilizaba el partido para desmentir la violencia machista.
La insistencia de Llull no gustó a los representantes de Vox, que fueron a por la periodista tras el encuentro con la prensa para echarle en cara su forma de trabajar y la inconveniencia de sus repreguntas. Según apunta Ara Balears, Campos llegó a coger del brazo a la periodista mientras que le reprochaba que su periódico insultase cada día a la formación.
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