En menos de una década, Pepe Rodríguez ha pasado de ser un prestigioso cocinero a una de las estrellas de La 1. El manchego se ha convertido en uno de los comunicadores más populares de la televisión gracias a la campechanía y desparpajo que ha demostrado en las 17 temporadas que suma MasterChef en sus diferentes versiones. Este lunes, el chef vuelve a enfundarse el delantal de juez para comandar la séptima edición infantil del talent, que promete más comedia que nunca.
Con respecto a la apuesta por el humor que se podrá observar en MasterChef Junior 7, Rodríguez explica que intenta “ser comediante siempre que puedo, me cuesta poco hacer comedia”. Además, confirma que habrá “un pequeño giro” con respecto al resto de versiones porque “el Junior es más amable aunque haya esa pequeña tensión que hay generar. Siempre es bueno, tanto para el espectador, que rompe con los dramas, como para los niños, que destensan mucho”.
A los 96 niños que han pasado por los fogones de MasterChef Junior se le sumarán este lunes 16 nuevos aspirantes que buscarán alzarse como vencedores de la séptima edición del espacio. Cuestionado sobre si, tras tantas temporadas, los pequeños no llegan resabiados al programa, Pepe se muestra franco y explica que “no hay nadie que venga fresco a MasterChef porque ya está instalado en todas las casas. Los niños son nacidos en el ‘mundo MasterChef’ y han normalizado la cocina, lo cual es genial”.
Tras seis años juzgando a niños en la versión infantil del formato, el cocinero de Illescas fantasea con la posibilidad de que los pequeños que acudieron a la primera temporada de MasterChef Junior ya podrían presentarse a la edición de adultos. Además, el comunicador expresa su deseo de que el espacio haya despertado el interés de toda una generación por la cocina: “Ojalá que se haga una gran generación gastronómica y sirva para impulsar aún más la gastronomía de este país”.
“La televisión me llena tanto o más que la cocina”
Después de ponerse al frente de 18 temporadas y con una más (MasterChef 8) a punto de comenzar las grabaciones, lo normal sería que Rodríguez diese muestras de cansacio y valorase realizar un pequeño parón televisivo… pero que sus seguidores no teman, que el juez no tiene pensado abandonar el programa: “Me divierte lo que hago, he descubierto otro oficio y me llena tanto o más como el de la cocina. Si la salud me deja, haré hasta que me echen”.
Por último, Pepe Rodríguez hace balance de cómo ha pasado de la cocina de El Bohío a las casas de millones de espectadores, remarcando que el secreto reside en llevar la fama “con normalidad”. “Siempre he intentado normalizar todo en mi vida para que nada parezca que es importante. He tenido la suerte de coincidir con Rafa Nadal, que era un tipo al que me apetecía mucho conocer, y, después de ver a ese talento mundial ser el tío más normal del mundo, yo quiero ser como él”, remata.
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