Con el objetivo de mejorar la capacidad de detección de pacientes potencialmente graves para su abordaje temprano, el Hospital General de Villalba, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, ha implementado el proyecto UCI Sin Paredes, un sistema que permite identificar de forma precoz al paciente ingresado en planta de Hospitalización que se encuentra en riesgo de deterioro clínico para que pueda ser valorado por un equipo médico multidisciplinar que determine si debe ser ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
“Frente a los casos muy claros de ingreso en la UCI, lo que buscamos con este proyecto es detectar a aquellos pacientes en situaciones más sutiles, que, sin embargo, presentan un riesgo de deterioro clínico”, explica la Dra. Ana Gamo, responsable de esta unidad en el hospital. “El objetivo es que los profesionales sanitarios dispongamos de herramientas a modo de alarmas que eviten el empeoramiento crítico de los pacientes, agilizando así el ingreso en la UCI”, apunta.{wbamp-show start}
El centro sigue así el ejemplo del Hospital Universitario Infanta Elena, que puso en marcha este mismo proyecto a principios del año pasado, logrando una gran acogida por parte de los profesionales sanitarios y buenos resultados clínicos.
Mejora de la seguridad del paciente
La UCI cuenta con sistemas de monitorización clínica continua no disponibles en la planta de Hospitalización. Para identificar a los pacientes no ingresados en este servicio pero necesitados de este control médico, y que puedan beneficiarse del mismo con la mayor prontitud posible, el proyecto UCI Sin Paredes se basa en una herramienta informática que permite que el personal de Enfermería de planta recoja tanto analíticas como constantes vitales (tensión arterial, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria…), cuyos datos vuelcan en el sistema interno del hospital, que alerta a los profesionales de la UCI cuando detecta ciertos valores anómalos.
Los datos de este proyecto también se incluyen en un sistema de aviso temprano para facilitar la toma de decisiones en Enfermería. Entre ellas, por ejemplo, analizar si un paciente debe ser visto por un médico de planta o directamente ser valorado por el profesional de la UCI y considerar su ingreso en ella. “El objetivo es anticiparse lo máximo posible y evitar situaciones en las que un paciente empeore tanto que su estado pase a ser crítico”, señala la Dra. Gamo, indicando que “en estos casos, en los que se puede llegar incluso a entrar en parada cardíaca, los órganos sufren”.
El ingreso en la UCI, una valoración individualizada
Tras estudiar los valores recabados, se debe determinar si el paciente debe permanecer en planta o ingresar en la UCI. Como indica la especialista, “se trata de una cuestión complicada porque, además de valorar la necesidad de una vigilancia continua, se debe tener en cuenta no solo la gravedad del paciente, sino su situación clínica previa. Y es que, si el paciente tiene una enfermedad terminal, no es justo someterle a un ingreso en la UCI”. Por eso, resulta fundamental valorar el ingreso en esta unidad de forma individualizada.
Por otra parte, gracias a la implementación de este proyecto, también se detectan pacientes que, tras su valoración, pueden continuar en planta de Hospitalización, pero beneficiándose de un ajuste en su tratamiento para una mayor estabilización. Afortunadamente, tal y como subraya la responsable de la UCI del Hospital General de Villalba, “son muchos los pacientes que se encuentran en esta situación, en la que optimizar algunos aspectos, como la administración de suero o la realización de pruebas diagnósticas, puede ser suficiente para promover una mejoría y evitar el ingreso en la UCI”.
“Asimismo, en el caso de tener que tomar alguna medida determinada, siempre la tomamos de forma consensuada con los compañeros que llevan el control de estos pacientes para anticiparnos y evitar lo máximo posible que la situación de estos empeore”, concluye.
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