La primera medida de Alberto Garzón como ministro de Consumo ha sido, tal y como se preveía, la promulgación del Real Decreto de Comunicaciones Comerciales de las Actividades del Juego. A través de dicho texto, el gobierno de Pedro Sánchez pone en marcha la primera regulación sobre publicidad de casas de apuestas en España, una de las promesas que más repitieron los miembros de PSOE y Unidas Podemos durante la campaña electoral.
Más allá de las críticas que ha suscitado el hecho de que las radios y las televisiones puedan emitir anuncios de apuestas en los eventos deportivos que comiencen a partir de las 20:00 horas, uno de los puntos más importantes de esta nueva ley reside en la prohibición de la aparición de personajes famosos en este tipo de spots. Además, dichas piezas publicitarias no podrán lanzar mensajes que inciten a apostar ni que vinculen las apuestas y el juego al éxito, lo que supone el fin de campañas como la protagonizada por Carlos Sobera para 888 en la que se repetía insistentemente ‘juega, juega, juega’.
De esta manera, las casas de apuestas no podrán seguir utilizando a personalidades como Maldini, Pepe Domingo Castaño, José Coronado, Cristiano Ronaldo, Rafa Nadal, Casemiro, Neymar, Ronaldo, Gerard Piqué, Roberto Álamo, Dani Carvajal, Diego Armando Maradona, Vicente del Bosque, Josep Pedrerol o Manu Carreño en sus anuncios. La gran incógnita que aún está por resolver es el criterio que seguirá Consumo a la hora de determinar quién es un personaje público y quién no. ¿Podrán seguir utilizando los programas radiofónicos deportivos a sus periodistas a la hora de publicitar el juego online o tendrán que decantarse por voces neutras?{wbamp-show start}
El nuevo decreto también prohibirá la publicidad de los llamados bonos de captación y fidelización para juegos de azar, “un sistema que bajo la apariencia de ‘dinero gratis’ atrae peligrosamente al juego y a las apuestas a colectivos vulnerables como los menores”, según Garzón. Por otro lado, dicha regulación no recoge ninguna restricción horaria para los anuncios de ONCE ni de Loterías del Estado aunque sus spots no podrán apelar a la consecución de éxito y dinero a través de la participación en dichos sorteos.
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