El sobrepeso se ha convertido en uno de los principales riesgos de salud pública y España se sitúa dentro de los 3 primeros países europeos con mayor índice de obesidad. Según el último estudio realizado a 5.000 mujeres y elaborado por Nutripharma, laboratorio farmacéutico especialista en Nutrición y Salud, el consumo de calorías en la cena es hasta cinco veces superior al recomendado.
La ingesta de calorías en la cena de las mujeres con sobrepeso y obesidad
Una de las principales conclusiones es que la ingesta media semanal de kcal en las cenas es cinco veces mayor a la recomendada sobre todo en mujeres con sobrepeso y obesidad, situándose la ingesta en más de 1000 kcal. Acorde con las recomendaciones de profesionales de la nutrición, la cena solo debería representar el 15% de ingesta de calorías diarias, unas 225kcal, siendo la media diaria total recomendada entorno a las 1.500 kcal, aproximadamente.
Además, este estudio ha revelado que “Las mujeres con sobre peso y obesidad con niños pequeños de 12 años son las más sensibles a una excesiva ingesta durante la cena, puesto que dan prioridad a la cena de los niños, lo que acaba derivando en cenas poco o nada saludables, llenas de alimentos fritos o procesados”.
1.500 kcal, consumo medio diario ideal
Tomando como un consumo medio diario de 1500 kcal, el perfil calórico ideal medio sería: 30% desayuno (450 kcal aprox), 15-20% Media Mañana (225-300 kcal aprox), 30-35% Comida (450 kcal-525 kcal aprox), 10-15% Media Tarde (150 kcal-225 kcal), reduciendo el último 15% para la cena.
En este sentido, un exceso calórico, sumado a la tendencia de realizar cenas ricas en hidratos de carbono (64.71%) y muy bajas en proteína (11.40%), conlleva una disminución de la eliminación de grasa empleada para reparar las células y tejidos durante la noche: ”La mayoría de mujeres ingiere menos proteínas de las recomendadas diariamente, lo que conlleva que el nivel de aminoácidos sanguíneo sea bajo, interfiriendo en el crecimiento de la masa muscular, que es esencial para la quema de calorías. Además, una ingesta baja de proteínas puede afectar tanto las articulaciones, como los huesos y la piel, puesto que este macronutriente fundamental por su función estructural”, afirman fuentes de Nutripharma.
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