La naturaleza nos ofrece algunos elementos con numerosas propiedades que resultan de gran beneficio para nuestra salud. Y es que, si queremos cuidarnos tanto por dentro como por fuera, además de llevar un estilo de vida equilibrado, podemos recurrir a estos productos incluyéndolos en nuestra alimentación o en nuestros rituales de belleza.
Cacao
El cacao puro es uno de los alimentos cuyo consumo reporta un increíble número de ventajas. Rico en antioxidantes, está asociado a la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes y diversos tipos de cáncer como el hepático o el gástrico. Así mismo, aporta una buena cantidad de nutrientes tales como el magnesio y el hierro, además de favorecer la memoria y de actuar como antidepresivo gracias a la serotonina.
Su uso tópico también está muy extendido en el mundo de la cosmética y no solo por su agradable aroma. El cacao proporciona una gran hidratación, además de ser utilizado en tratamientos enfocados al rejuvenecimiento de la piel y a la disminución de la celulitis.
Aceite de CBD
Este aceite, obtenido a partir del cáñamo, constituye un potente aliado en la mejora de nuestra salud general gracias a la gran cantidad de efectos beneficiosos que tiene en nuestro sistema. Lo encontramos en diferentes formatos que permiten su ingesta o su aplicación tópica mediante cremas, lo que permite su acceso a todas sus ventajas.
Esto es así porque el aceite de CBD, con sus múltiples propiedades, produce en nosotros una disminución de la ansiedad, consiguiendo aliviar la depresión y el estrés y mejorar la calidad del sueño. Además, es un potente antiinflamatorio y antioxidante, lo que lo convierte en idóneo para combatir el dolor crónico y prevenir los problemas cardiovasculares. Estas mismas propiedades lo hacen eficaz, a su vez, para combatir el acné y favorecer el rejuvenecimiento de la piel.
Aloe Vera
Esta planta es ampliamente conocida por sus virtudes, especialmente en tratamientos cutáneos como las quemaduras producidas por la exposición al sol o en la cicatrización de la piel. El aloe vera es hidratante, antiinflamatorio y antiséptico, lo que lo convierte en un recurso habitual en la formulación de tratamientos cosméticos. Contiene polifenoles que le otorgan un efecto antioxidante capaz de generar un efecto positivo en la regeneración de los tejidos.
Miel
La miel cuenta con una larga tradición como remedio natural por su potencial curativo. Altamente hidratante, tiene también propiedades antibacterianas y cicatrizantes, además de constituir una poderosa fuente de antioxidantes. Como ya hemos señalado, estos beneficios se asocian a la mejora de la calidad de la piel como prevención para su envejecimiento o en el tratamiento de acné o cicatrices.
Aceite de coco
Por último, el aceite de coco ha ganado popularidad en los últimos años debido al reconocimiento de sus múltiples propiedades. Su ingesta aporta una gran cantidad de grasas que, lejos de lo que pueda parecer, tienen un impacto muy positivo en nuestro organismo al tratarse de triglicéridos de cadena media. Además, destaca por tener cualidades antibióticas y antifúngicas.
Su uso cosmético está muy extendido dado que su contenido en vitamina E lo convierte en un antioxidante excelente, además de resultar ideal en la protección e hidratación de la piel y el cabello.
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