En los últimos meses, la SER ha apostado por convertir al humor en uno de los principales pilares de su programación. Entre los espacios que conforman la oferta cómica de la emisora destaca Nadie sabe nada, el espacio de improvisación que cada sábado comandan Andreu Buenafuente y Berto Romero. El programa ha comenzado con buen pie el año, ya que la 1º ola del EGM le ha reportado uno de los mejores datos de su historia, lo que confirma el buen estado de forma de ambos comunicadores.
Según recoge la nueva edición del estudio, el espacio suma 578.000 oyentes, lo que supone un incremento del 25,2% (+86.000 nuevos fieles) con respecto a la anterior oleada. En el plano interanual, Nadie sabe nada también cosecha buenas noticias, ya que crece un 1,8% (+10.000 nuevos adeptos) en comparación a los números anotados 12 meses atrás. Además, dicho dato supone su mejor registro en más de dos años, evidenciando que el formato no sufre ningún síntoma de desgaste pese a cumplir más de un lustro en antena.
Tal y como le ha sucedido a la mayoría de espacios radiofónicos, el programa ha tenido que reinventarse por culpa del coronavirus. Tras emitir un compilado con los mejores momentos del programa durante las primeras semanas de la cuarentena, la SER ha decidido apostar por una nueva versión ‘casera’ del formato llamada Nadie sabe nada: Improvisación confinada para saciar la sed de nuevas entregas de los seguidores del show.{wbamp-show start}
Confinados o no, Buenafuente y Berto continúan demostrando que su éxito va más allá de la emisión lineal del programa. Desde que arrancó sus emisiones, Nadie sabe nada se ha convertido en uno de los espacios radiofónicos más escuchados a través de las diferentes plataformas de podcast, mientras que cada entrega suele acumular en torno a 100.000 visualizaciones en Youtube, una cifra al alcance de muy pocos programas a día de hoy.
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