A lo largo de los últimos días, la Generalitat de Cataluña ha aprobado los presupuestos que regirán la comunidad durante 2020. Más allá de los nuevos impuestos ambientales que incluye el texto, uno de los detalles que más ha llamado la atención de las cuentas realizadas por el ejecutivo que lidera Quim Torra es la partida destinada TV3 y Catalunya Ràdio. Pese a las peticiones realizadas por los grupos de la oposición, la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales recibirá 253 millones de euros, 240 de los cuales tendrán como origen una transferencia directa de la Generalitat.
Esta decisión ha sido duramente criticada por PP, Ciudadanos y PSC, que han exigido a Torra que disminuya dicha partida con el fin de destinar más dinero a la lucha contra el coronavirus. Sin ir más lejos, la formación naranja presentó una enmienda a las cuentas en las que pedía “reducir un 50% el gasto de TV3 en contratación de productoras y de mantenimiento de corresponsalías en el marco de la redistribución del gasto público a las inaplazables necesidades presupuestarias para afrontar la protección de la salud”.
Pero nada de eso sucederá. TV3 y Catalunya Ràdio, medios señalados desde hace años por incumplir reiteradamente su condición de servicio público para situarse bajo el manto del independentismo, volverán a disfrutar de presupuestos millonarios que destinarán a seguir enriqueciendo a productoras amigas. Para poner en contexto estas cifras, cabe destacar que Telemadrid y Canal Sur reciben de las arcas públicas 83 y 157 millones de euros, respectivamente, lo que da una idea de la sobredimensión de la que goza la Corporación catalana, que alberga casi el doble de empleados que Atresmedia o Mediaset.{wbamp-show start}
Este mastodóntico presupuesto, forjado con la intención de mantener la máquina de propaganda en marcha y regar de dinero a empresas afines, hace sonrojar a otras partidas, como la destinada a la Casa Real. La jefatura del Estado contó en 2019 con 8 millones de euros del erario público, lo que supone tan solo un 3,2% del importe que recibirán TV3 y Catalunya Ràdio durante este año de parte de la Generalitat catalana.
Otro capítulo interesante es el de los sueldos. Vicent Sanchís, actual director de TV3 y centro de todas las críticas por su modus operandi, se embolsa 109.000 euros brutos al año, una cifra bastante alejada de lo que ganan ministros como Margarita Robles (74.858 euros), Pablo Iglesias (79.746 euros), Salvador Illa (74.858 euros) o Fernando Grande-Marlaska (74.858 euros). Por si esto fuera poco, el responsable de la deriva independentista de la cadena autonómica percibe 24.000 euros más que Pedro Sánchez, evidenciando que la manipulación está mejor valorada económicamente que la responsabilidad de gobernar todo un país.
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