El expresidente de Zeta, Asensio Mosbah, intenta pasar desapercibido en la bronca del ‘Caso Dina’

Antonio Asensio
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La enesima guerra de Podemos y Pablo Iglesias contra los medios de comunicación tiene una derivada de la que se está hablando poco: el papel del Grupo Zeta y su expresidente, Antonio Asensio Mosbah, en la cloaca del ‘Caso Dina’. 

Es curioso el silencio absoluto sobre cómo se gestionó la cuestión de la tarjeta por parte de Asensio junior. En esta guerra de cloacas cruzadas, la antigua Zeta, no la de Javier Moll y Prensa Ibérica, fue el aliño de todas las salas gracias a la SIM del móvil de la asesora de Pablo Iglesias, que, curiosamente, manda a sus legiones contra todos los periodistas y medios que están poniendo en evidencia sus contradicciones y calla, también, sobre el niño Asensio y compañía. 

¿Tiene algo que ver con el hecho de que fuese Asensio Mosbah el que le entregó copia de la tarjeta tras su adquisición por Interviú en enero de 2016? La misma que el líder de Podemos mantuvo en su poder durante meses antes de entregársela a su propietaria legítima. 

Hay que recordar que, hasta ahora, la única cabeza cobrada en este turbio asunto es la del director de Información Internacional de La Moncloa sanchista, Alberto Pozas. O sea, un funcionario del Gobierno del jefe de Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, que, en calidad de director de Interviú, habría entregado una copia al comisario Villarejo. El problema es que Pozas, junto a su entonces segundo, Luis Rendueles, no está dispuesto a comerse el ‘marrón’ de un caso que apesta por todos lados, como lo ha hecho saber ante el juez con una cruda realidad: Dina Bousselham no tiene el menor interés en que se sustancie la verdad del caso. A buen entendedor, pocas palabras.

Aunque nosotros añadiremos algo más: después de haber recibido la dirección del panfleto La Última Hora. Ante esto, Iglesias sigue guardando silencio y sólo agita a sus sicarios mediáticos para cargar contra periodistas que sí le interesa poner en la diana: Eduardo Inda, Carlos Alsina y, sobre todo, Vicente Vallés. 

¿Por qué el líder de Podemos calla sobre el hecho de que un editor como Asensio tuviese en su poder el contenido de la tarjeta de su asesora? ¿Tal vez por que fue él quien le facilitó acceso al mismo? A día de hoy, se sabe perfectamente que empleados de Asensio eran habituales -como muchos otros, incluidos compadres de Izquierda Unida- del comisario Villarejo, que llegó incluso a avalar un crédito a Miguel Ángel Liso, un ‘toda la vida’ de Zeta ahora con los aragoneses de Henneo. De algo no cabe duda: Iglesias, y por extensión Podemos, sólo señalan a quienes les interesa, generando cortinas de humo sobre las partes del caso que no les convienen. Y si acaba reactivándose una nueva comisión parlamentaria de investigación, la comparecencia de Asensia Mosbah será imperativa y sus intentos por pasar desapercibido en este asunto, infructuosos.

Seguiremos Informando…

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