Euforia entre miembros del PSOE por la deriva de Iglesias con sus “cloacas mediáticas”

Pedro Sánchez
Publicidad

Ni las ministras que acompañaron al vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, en la rueda de prensa en Moncloa, ni el mismísimo presidente Pedro Sánchez, quisieron salirse del guión marcado por el Ejecutivo para achicharrar a Pablo Iglesias en su particular cruzada contra periodistas y medios de comunicación. La consigna del Gobierno y del PSOE es “no entrar en las provocaciones de Iglesias y que él mismo se queme”, señalan a prnoticias.com miembros de la Ejecutiva socialista.

Siguiendo al milímetro el argumentario, los de Sánchez tienen claro que los resultados centrarán al presidente del Gobierno y, por el contrario, mostrarán la radicalización del vicepresidente. “A Iglesias, sus conspiraciones le van a llevar a la ruina y sus ataques a los periodistas son un error monumental, pero a nosotros nos viene bien. No nos vamos a meter. Es su problema”, concluyen las mismas fuentes, que aseguran que entre los miembros del Gabinete de Sánchez hay “cierta euforia por las críticas que está recibiendo Iglesias por parte de los medios de comunicación”.

El presidente del Gobierno contuvo la “euforia” al responder desde Lisboa a las preguntas que los informadores le realizaron en torno a las críticas de su vicepresidente a los periodistas y al caso Dina que le implica directamente. “No voy a hacer valoraciones sobre un colega del Gobierno, en este caso el vicepresidente Iglesias”, dijo. Como si se tratara de una cosa menor y el “colega” fuera un amigo de cañas, Sánchez se zafó de la situación como del funeral de Estado por las víctimas del Covid mientras en el seno del Gobierno afirman que “el caso Dina es absolutamente personal y viene de cuando Iglesias no era vicepresidente”.

Obvian que Alberto Pozas fue cesado de sus responsabilidades en la Secretaria de Estado de Comunicación por su implicación en la entrega de la tarjeta del teléfono de la asesora de Iglesias cuando era director de Interviú, y no alto cargo del Ejecutivo de Sánchez. ¿Doble vara de medir o miedo a desgastar la relación con sus socios de Podemos? Probablemente ambas cosas. 

Los socialistas aplauden la estrategia del silencio. La única que hasta ahora se ha pronunciado en contra de las acusaciones de Pablo Iglesias a los periodistas ha sido la ministra de Defensa, Margarita Robles, una de las mejor valoradas del Ejecutivo, quien ha dicho que no comparte tales afirmaciones. ¿Hasta dónde arrastrará Iglesias a los de Sánchez en su huía hacia adelante?  

Seguiremos informando…

Publicidad
Publicidad
Salir de la versión móvil