Son muchos los problemas osteomusculares y articulares que están apareciendo tras la pandemia de Covid-19 relacionadas con la falta o exceso de actividad física o de entrenamiento adecuado.
Para el jefe de la Unidad de Cadera del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital La Luz de Madrid, doctor Pedro Gray Laymon, lo que especialmente preocupa es que tras la pandemia de Covid-19, se produzca una Osteo Necrosis Avascular localizada en la Cadera (ONCF) en los pacientes que han padecido síntomas respiratorios severos y tratamientos intensivos.
Esta enfermedad conocida también como necrosis avascular, consiste en la falta de vascularización y aporte sanguíneo al hueso en la cabeza del fémur.
“Puede curar espontáneamente o llevar a una deformidad del hueso y de la articulación, llegando a producir dolor intenso e incapacidad para caminar. Así en muchas ocasiones requiere implantar una prótesis total de cadera. La ONCF es una enfermedad de causa desconocida en la mayoría de los casos, pero está muy relacionada con algunos factores como la ingesta de alcohol o tratamientos con corticoides”, afirma el doctor Gray.
La bibliografía científica muestra que ya en la epidemia de SARS de 2003 (neumonía atípica grave causada por un virus de la familia de los coronavirus), los pacientes infectados que sufrieron patología respiratoria grave, tratados con corticoides que a su vez tenían dolor articular, presentaban necrosis avascular un 39% de los varones y un 19% de las mujeres. “Esto se había diagnosticado a los 3 meses desde el comienzo de la enfermedad respiratoria y de su tratamiento. La necrosis ósea en este momento se encontraba en sus primeras fases”, asevera el experto.
A la vista de los resultados observados en 2003, según el doctor Gray Laymon, podemos deducir que actualmente nos encontramos ante un probable aumento de la incidencia de necrosis ósea en los pacientes que han sufrido problemas respiratorios graves por Covid-19 que todavía no se ha mostrado, pero que, si se repite lo ocurrido entonces, aparecerá en los próximos meses.
Tal y como explica el doctor, la necrosis avascular tiene un curso impredecible desde la curación total hasta la potencial destrucción de la articulación, con la necesidad de implantar una prótesis de cadera en ese caso. “Sin embargo, en las primeras fases, existen tratamientos médicos, físicos y quirúrgicos que, aunque no siempre, pueden cambiar su curso hacia la curación”.
Es por este motivo la llamada de atención del jefe de la Unidad de Cadera del Hospital La Luz a las Sociedades Científicas, Personal Sanitario, y a los propios pacientes que han padecido síntomas respiratorios graves en el contexto de Covid-19, para que se les realicen los estudios pertinentes precoces en caso de presentar síntomas de dolor de articulaciones, para poder prevenir así posibles complicaciones futuras.
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