Sospechas de una “conexión madrileña” en la bronca de Vox Andalucía con el juez Serrano

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Vox se enfrenta a una de sus primeras crisis internas en el lugar en que obtuvo por primera vez un éxito electoral: Andalucía. Allí, en diciembre de 2018, el partido de Santiago Abascal consiguió entrar en el Parlamento andaluz con una docena de escaños.

Una victoria para una formación que, hasta entonces, no había obtenido mayor repercusión que los minutos cedidos por Ariza, los hilos en Forocoches y algún concejal perdido.

Al frente de la docena de diputados andaluces de Vox, el exjuez y abogado Francisco Serrano, con carné de Vox desde 2014. Un ‘vieja guardia’ de Abascal en dicha Comunidad Autónoma que se convirtió rápidamente en uno de los rostros más mediáticos de Vox gracias a la campaña electoral y a su resultado, que avanzaba, y fue el impulso para conseguir los resultados de Abascal a nivel nacional.

Pero las cosas se torcieron en Andalucía al cabo de un tiempo. Nadie en Vox es capaz de señalar cuando, como diría Vargas Llosa, se jodió el Perú. Pero las relaciones de Serrano con los dirigentes de Vox en Madrid se fueron enfriando. En la capital, hubo quien acusó al exjuez de buscar protagonismo e incluso corrieron rumores de reuniones para “romper” el grupo parlamentario andaluz, que se habrían saldado finalmente con la salida de Luz Belinda Rodríguez para pasar de Vox a Falange.

Diversas fuentes indican que las relaciones entre Serrano y Madrid se habían ido deteriorando y que en ello habría diversas causas. Por una parte, la actitud del propio Serrano, que consideraría que la responsabilidad de la victoria y la gestión del grupo y del partido en Andalucía era cosa suya. Un anatema absoluto para un partido que huye de las baronías como gato del agua.

Por otra parte, otras fuentes insisten en apuntar a la pésima relación de Serrano con el entorno más cercano a Abascal, especialmente con los asesores de Tizona Comunicación. Por el contrario, éstos siempre han encontrado una mayor sintonía con el portavoz en el Parlamento y diputado por Córdoba Alejandro Hernández, sobre todo después de que asumiera las riendas tras las bajas de Serrano, actuando como contrapeso a lo que desde Madrid se consideraban “desvaríos” dialécticos de aquél.

Hernández, según dichas fuentes, es más “político” y más permeable a las sugerencias e indicaciones que llegan desde Madrid. Aunque no hay que olvidar que la exdiputada de Vox Rodríguez se marchó denunciado “acoso laboral” en el grupo que comandaba Hernández.

A Hernández, que forma tándem con el responsable de Comunicación de Vox Andalucía, también se le achaca el haber sabido complacer a los asesores del entorno de Abascal. Algo que Serrano no sólo no hizo, sino que se posicionó en contra y despreció.

Por eso corren las sospechas de que el enfrentamiento con el exjuez por la devolución de su escaño -que Serrano mantiene y no piensa devolver- es sólo la punta del iceberg. En el entorno de Serrano hay quienes creen que Madrid ha dejado sólo a Serrano en el caso que le ha llevado a abandonar el partido por presunto fraude.

Seguiremos Informando…

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