Cuando llega el otoño, los ciclos de sueño pueden verse afectados por las horas de luz y llegar a producir insomnio. Esta situación se agrava con el cambio de hora y la llegada del invierno. Pasar de 12 horas de sol al día a un máximo de 9 hace que el ritmo circadiano y las rutinas diarias se vean afectadas.
Además de esto, también se alteran los niveles de hormonas relacionados con los ciclos de sueño, como la melatonina y la serotonina, lo que puede ocasionar trastornos en el sueño, cansancio y dificultad para levantarse.
Otros factores como el desánimo que produce el mal tiempo, el estrés diario o el frio también pueden empeorar el insomnio. Para recuperar el ritmo de sueño habitual y evitar que se convierta en un problema más grave se pueden modificar ciertos hábitos de nuestro día a día.
Consejos para evitar el insomnio
1. Cuidar la higiene nocturna: dormir en un lugar fresco, limpio y oscuro.
2. Generar una rutina: seguir los mismos pasos a las mismas horas para acostumbrar al cuerpo.
3. Evitar las siestas.
4. Poner el despertador: así evitaremos cambiar las horas de sueño.
5. Evitar alcohol, café y comidas copiosas.
6. Cenar como mínimo dos horas antes de irse a dormir: de esta manera la digestión ya estará hecha.
7. Hacer deporte: el descanso será más placentero.
8. Dejar la mente en blanco: no pensar en la imposibilidad de dormir porque incrementará la sensación de ansiedad.
9. Tomar infusiones de plantas relajantes.
10. Tomar Melatonina para ayudar a regular el ritmo circadiano.
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