Villarejo espió a la jefa de Gabinete de Sáenz de Santamaría en el momento álgido del enfrentamiento con Cospedal

Villarejo
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El comisario José Manuel Villarejo espió a la que fuera mano derecha de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría cuando la tensión entre la número dos de Rajoy y Cospedal estaba en el punto más álgido de tensión. Un dossier de 2015 recoge datos y fotografías de propiedades de González Pico así como información de sus relaciones personales que podrían ser reveladoras en casos que hoy afectan al PP.

Villarejo se encontraba entonces en activo en la Policía e investigaba algunos de los casos más sonados como el ático del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, archivado recientemente. También se permitía recomendar a Cospedal soluciones para minimizar los efectos del caso Gurtel, según hemos conocido de las conversaciones grabadas por él mismo con la entonces secretaria general y su marido, Ignacio López del Hierro.

Sus críticas al general Sanz Roldán, al frente del CNI, salpican muchas de las cintas en manos de los investigadores de unos y otros de los casos de corrupción que afectan a los populares. En esa guerra cruenta entre la vicepresidenta, de la que dependía el CNI, y la secretaria general del partido, con afines en el Ministerio del Interior, el dossier descubierto sobre González Pico incorpora también números de teléfono e información de sus domicilios y movimientos.

González Pico, al mando de la cocina de Saénz de Santamaría fue durante años la diana de los de Cospedal, que la acusaban de maniobrar con los servicios de inteligencia para derrocar a la número 1 del partido y utilizar a los medios de comunicación para los fines de su jefa y los suyos propios. A la todopoderosa asesora de la vicepresidenta se le achaca el quitar y poner tertulianos en las televisiones bajo la amenaza de “no te olvides de quien te ha puesto aquí”, según publicaron algunos medios, y de colocar a cargos en consejos de empresas públicas para aumentar sus sueldos a cambio de lealtad incondicional.

A ella se le atribuye el deterioro de las relaciones entre la vicepresidenta y la entonces delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, que se “cambió de bando” al de Cospedal en la etapa en la que ésta fue ministra de Defensa, lo que recrudeció la guerra interna entre los llamados “sorayos” y los de “Cospe”. Las conspiraciones internas contaminaron la acción de gobierno de tal manera que la foto del final de Rajoy fue el bolso de Sáenz de Santamaría en el escaño y la intervención de Cospedal ante los medios sin dar explicaciones a la vicepresidenta.

El dossier intervenido ha sido hallado en las mismas carpetas en las que el ex comisario guardaba las grabaciones y las notas de las reuniones que mantuvo con Corinna Larsen , según El Mundo, que no revela si Villarejo realizó la investigación por encargo de alguien o por cuenta propia.

Seguiremos Informando…

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