Madrid, 11 de noviembre de 2020. La COVID-19 ha traído muchos cambios a nuestras vidas, incluso en hábitos diarios. Desde hace unos meses, todos debemos usar mascarilla para salir a la calle, lo que ha provocado que las relaciones personales sean cada vez más difíciles, puesto que parte de nuestra cara permanece oculta y dificulta captar por parte de nuestro interlocutor de lo que se llama comunicación no verbal, sin llegar a saber si la persona está seria o sonriente, por ejemplo.
IMF Institución Académica ha querido abordar los 5 cambios que ha sufrido la comunicación en estos últimos meses y dar algunos consejos para que las relaciones sociales no se vean afectadas por la falta de comunicación no verbal.
1. Los ojos y las cejas son armas comunicativas imprescindibles. Según diversas investigaciones científicas, la zona de los ojos es la que revela la verdadera emoción, y no la boca, como muchos podrían pensar, puesto que ésta puede ocultar la emoción debido a la capacidad de habla. Belen Arcones, Directora General de IMF Institución Académica, afirma que: “Los ojos son el espejo real del alma. Si somos capaces de centrar nuestra atención a esta parte de la cara, podemos conocer mucho más de la otra persona que si tuviera toda la cara destapada”. Un ejemplo es la abertura de los ojos en función de si estás alegre, enfadado o triste. “Si tu interlocutor sonríe, la apertura de su párpado se cierra un poquito y aparece un pequeño pliegue en el párpado inferior; si, por el contrario, está enfadado, es probable que descienda las cejas, el párpado superior se eleva y el inferior se tensa”. Por último, si es la tristeza la emoción que le invade, sus cejas descenderán y se elevará su parte interna. Sin embargo, no todo es negativo en este sentido.
2. La voz, protagonista indispensable. “Siempre hablamos de comunicación verbal y no verbal, pero la voz y el tono que empleamos es realmente el que nos da pistas del estado de ánimo de la persona que tenemos en frente”, aclara Belen. A los gestos, debemos sumarle el tono en la voz, el cambio de volumen, de ritmo, la entonación o el énfasis que se le otorga a las palabras. “Debemos esforzarnos en sacar nuestro lado más dramático”, apunta Arcones.
3. Siempre a un metro y medio de distancia. Para muchas personas, el tacto es uno de los vehículos comunicativos más importantes. Poder abrazarnos, darnos una palmada ante una broma, una caricia en un momento delicado, etc. ayudan a que la comunicación sea más fácil. Ahora, la falta de distancia no nos permite utilizar el tacto como herramienta de comunicación por lo que “debemos hacer un esfuerzo especial en transmitir con nuestra voz ese afecto que no podemos ofrecer de otra manera”, apunta Belen.
4. Las mascarillas también transmiten mensajes. Si bien es cierto que la mascarilla cubre, también permite mostrar la identidad de un grupo o una ideología igual que ocurre con la ropa.“Para la gente joven, sobre todo, la mascarilla se ha convertido en un complemento más por lo que debe ajustarse a lo que ya transmitían con su vestimenta”, puntualiza Belén.
5. Las pantallas como medio de contacto. Las videoconferencias, las clases online y el no poder relacionarnos como antes también complican la comunicación, sobre todo la más personal. “En IMF somos conscientes de cómo la gente joven está sufriendo esta pandemia. El no poder relacionarse o pasar ratos en grupo sin una pantalla de por medio resulta difícil para ellos. Las pantallas otorgan una oportunidad de formarnos y relacionarnos y, en este momento, debemos aprender a desenvolvernos con estos nuevos códigos en diversos contextos. Por ejemplo, la formación online es una grandísima aliada en la situación que estamos viviendo”, afirma Belén Arcones.
La pandemia del coronavirus ha traído todos estos cambios en nuestra comunicación, y, como asegura Arcones, la comunicación no verbal “está más viva que nunca y debemos darle el valor que tiene en tiempos de poca comunicación en general”.
Sobre IMF Business School
Es una escuela de negocios internacional, que ha formado a más de 125.000 alumnos desde su creación en el año 2001. La escuela dispone de una innovadora plataforma educativa a través de la que imparte masters oficiales y profesionales y más de 900 cursos en Ciencias Técnicas e Ingeniería, Ciencias de la Salud y la Educación, Ciencias Económicas y Empresariales, Ciencias Jurídicas y Ciencias Sociales y Humanidades. Con el objetivo de ofrecer un aprendizaje mucho más cercano entre el alumno y el profesor, la escuela ha puesto en marcha la metodología Student Centered Learning, que pone al estudiante en el centro de la actividad formadora de manera que los profesores dejan de ser comunicadores unidireccionales para convertirse en guías e inspiradores que muestran el camino para adquirir los conocimientos.
Entre los másteres de la escuela destacan el Máster en Dirección y Administración de Empresas (MBA) que aparece en el primer puesto del ranking MBA de Postgrado del PortalMBA.es y también en tercera posición en el ranking de Masters MBA presenciales en Madrid 2019 del mismo portal. Además, el Máster en Prevención de Riesgos Laborales (PRL), se sitúa como el número uno del Top 5 elaborado por Mundo Posgrado en España. En la actualidad, la escuela cuenta con sedes en Latinoamérica y Europa, y diferentes acuerdos con universidades de los cinco continentes.