El pasado lunes Mónica López recibió un aluvión de críticas por su entrevista al ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. El ex político acudió a La hora de La 1 para charlar sobre la actualidad política y social. Una actualidad marcada por la polémica suscitada por el acuerdo entre el Gobierno y EH Bildu para sacar adelante los presupuestos, y por la desaparición del castellano como lengua vehicular en Cataluña. Las polémicas que están rodeando a RTVE ha provocado que muchos políticos se quejen abiertamente de la falta de pluralidad imperante en los espacios de la televisión pública.
Una de las voces más críticas con la Corporación fue Santiago Abascal. En su intervención en La hora de La 1 aseguró que TVE actuaba como el NO-DO. Este tipo de críticas se han ido recrudeciendo con el tiempo y se han trasladado a otros programas como Las cosas claras. Sin embargo, las críticas también se han centrado en la figura de Mónica López. Desde que se estrenara el espacio de TVE ha sido el blanco de la ira para muchos espectadores. Y es que parece que la periodista catalana se haya abonado a las polémicas en las últimas semanas. Varios representantes políticos le han reprochado su supuesta parcialidad en favor del Gobierno presidido por Pedro Sánchez.
Tiempo después, Cayetana Álvarez de Toledo también apuntó hacia la mala praxis que se está llevando a cabo en TVE. “A la señora Rosa María Mateo la puso el PSOE y es responsable de la degradación que está sufriendo esta casa y sus trabajadores, y también del sectarismo que hay en esta casa”, comentó la ex diputada del PP. En aquella entrevista, Mónica López evitó la polémica alegando que no era su papel defender a Rosa María Mateo y que no quería “discutir el asunto”.
El último en “sacarle los colores” a la presentadora de Las cosas claras ha sido Alfonso Guerra. Durante su intervención fue muy crítico con el Ejecutivo por las decisiones adoptadas recientemente. Al ex vicepresidente del Gobierno presidido por Felipe González no le tembló la mano y le lanzó un dardo a Pedro Sánchez: “No hay un régimen democrático si se persigue a una lengua, no es posible”. En esta línea, Mónica López le preguntó por la polémica ‘Ley Celáa’. Fue en este punto donde Guerra aprovechó para defender su postura sobre la cuestión bilingüe en Cataluña.
Alfonso Guerra le reprocha su actitud
“En Cataluña se ve un cartel de una administración, autonómica, nacional. Todo en catalán y nada en castellano. Es una sociedad bilingüe, hay que respetar los dos, ¿por qué solo en catalán y no en castellano? Las carreteras, los nombres de los pueblos, todo, solo en catalán”, explicó. No satisfecho con eso, aprovechó para dejarle un recado a la periodista de TVE: “Si usted va allí y no lo ve, tiene que ir al oculista”. La polémica estaba servida. Mónica López no supo responder al “consejo” de Guerra y éste continúa exponiendo su punto de vista: ¿por qué la enseñanza no se puede enseñar en castellano? ¡Explíqueme usted esa contradicción!”.
La presentadora de La hora de La 1 solo acertó a responder que el castellano ya lo aprendían en Cataluña. Sin embargo, su respuesta no convenció a Alfonso Guerra, que respondió “¿Y el catalán, no? ¡Por favor!”. En este momento, Mónica López no sabía dónde meterse y reconoció que el catalán también se aprende en los colegios: “Yo no se lo estoy negando”. Finalmente, Guerra le dio la estocada final haciendo gala de una fina ironía: “Cualquiera diría que no lo está negando”. La presentadora puso cara de asombro ante la afirmación de el ex vicepresidente. No le quedó más remedio que cerrar la entrevista, ya que el bochorno era mayúsculo: “Esto es una discusión para un buen rato”, sentenció.
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