Por ello, Coca-Cola ha premiado, dentro de la III edición de su Concurso Mares Circulares, coordinada desde la Asociación Chelonia, y con la participación de Liga para a Protecção da Natureza, a tres estudios científicos y una start-up, para que puedan seguir desarrollando sus iniciativas y proyectos de lucha contra la basura marina. Cada uno de los estudios ha sido premiado con 5.400 euros, y la start-up con 5.000 euros de capital semilla, por sus proyectos para luchar contra la basura marina.
El certamen se enmarca dentro del programa Mares Circulares, un proyecto en red impulsado por Coca-Cola en España y Portugal y cofinanciado por The Coca-Cola Foundation, para la limpieza de costas, entornos acuáticos y fondos marinos, la sensibilización y formación sobre el reciclaje y el fomento de la economía circular.
Ana Gascón, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola Iberia, ha indicado que “en Coca-Cola tenemos el firme compromiso de que ninguno de nuestros envases termine como residuo, sino que se integren de nuevo como materia prima en el ciclo de producción. Por eso, dentro de Mares Circulares apostamos firmemente por promover la investigación y el desarrollo de soluciones científicas que ofrezcan una respuesta viable al problema de la basura marina. Porque apostar por la investigación es apostar por el futuro, un futuro más sostenible para todos”.
Asimismo, Carmen Gómez-Acebo, Directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola European Partners Iberia, contextualiza este concurso dentro de Mares Circulares, afirmando que, “es un proyecto que va mucho más allá del reciclaje. Se trata de un programa integral y circular, que abarca todas las facetas de la problemática de los residuos, y que busca abordarlas mediante la recogida de basura, la sensibilización de la ciudadanía y la búsqueda de soluciones para fomentar la economía circular, mediante el apoyo a proyectos de investigación como los que han sido premiados en esta edición”.
Por su parte, Manuel Merchán, presidente de la Asociación Chelonia, reafirma la necesidad de iniciativas como este concurso, y añade que “el éxito en la convocatoria y la cantidad de proyectos que se han presentado demuestra que, ahora más que nunca, la contribución de las entidades de investigación es esencial en la apuesta por una economía circular, y refleja el compromiso, no solo de empresas como Coca-Cola, sino también de otras instituciones, para encontrar soluciones al problema de los residuos marinos”.
Microplásticos, ¿una nueva fuente de energía?
En la categoría de estudios científicos, el primer estudio premiado ha sido “Valorización energética de microplásticos en hotspots de la Macaronesia (VALORIZAMAC)”, dirigido por Javier Hernández Borges, de la Universidad de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife), cuyo objetivo es tratar de minimizar el problema de la contaminación por microplásticos en las costas de la Macaronesia a través de la búsqueda de tecnologías de separación de microplásticos del sedimento, de su recolección y análisis y de su revalorización, analizando su rendimiento energético para poder transformarlos en fuente de energía.
Le sigue el proyecto “Plumbum”, dirigido por un equipo de la Asociación Hippocampus compuesto por Juan Diego López Giraldo y José Luis Alcaide Sanjurjo (Murcia), que pretende minimizar la presencia de un metal pesado como el plomo en los fondos marinos, proveniente principalmente de la pérdida de artes y útiles de pesca. Su geolocalización es vital para su recogida y posterior reincorporación al ciclo productivo, promoviendo una economía circular y un modelo de responsabilidad social corporativa para la conservación del entorno marino y la biodiversidad.
En tercer lugar, en Portugal, María Teresa Ferreira Cesário, de la Associação do Instituto Superior Técnico para a Investigação e Desenvolvimento (Lisboa), lidera la otra propuesta premiada “Valorización de macroalgas enteras y residuales a bioplásticos sostenibles e ingredientes proteicos para su aplicación en aquafeed”, que busca realizar un aprovechamiento de los residuos de algas utilizadas en la extracción de hidrocoloides para la producción de bioplásticos biodegradables (PHAs) producidos por microorganismos. En esta iniciativa también se pretende la extracción de una proteína de otra especie de algas para ser utilizada como ingrediente proteico en piensos para la piscicultura.
Por último, en la categoría de start-ups, el premio ha sido para “FYCH: Start-up de base tecnológica dedicada al desarrollo y comercialización de una nueva tecnología para reciclar envases multicapa”, presentada por Andrea Cabanes Gil e impulsada por los socios de la start-up: Andrea Cabanes, Oksana Horodytska, Andrés Fullana y la Fundación Parque Científico de Alicante. El proyecto busca solucionar las dificultades para reciclar envases multicapa gracias a su tecnología de deslaminado, en proceso de mejora y escalado, que hace posible la separación de las capas, además de la eliminación de tintas y adhesivos. Gracias a ella, se pueden recuperar materiales que actualmente no se pueden reciclar, mejorando así la calidad del plástico para su reciclado y contribuyendo a la economía circular.
Los ganadores han sido seleccionados por el Jurado del Concurso de Mares Circulares, que está formado por cinco miembros externos al proyecto, siendo especialistas tanto en el ámbito de la investigación, como del ámbito empresarial, con representación tanto de España como de Portugal. El jurado se ha encargado de evaluar las candidaturas según los criterios técnicos, sociales, ambientales y de integración en la economía circular antes de facilitar su fallo a la Asociación Chelonia.
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