Todos miran hacia Galicia esperando a ver que dice Feijoó, en el cónclave de los populares para analizar los nefastos resultados de las elecciones catalanas. Pero Feijoó es ya uno más de los críticos. Mañueco, Moreno Bonilla, Ayuso y… Almeida (desaparecido portavoz en esta cita), han ganado en sus respectivos territorios y se sienten con la autoridad moral de cantarle las cuarenta al presidente del PP.
La estrategia política del viraje al centro, tan aplaudida cuando Casado pronunció su discurso contra la moción de censura de Vox, ha estallado por los aires. Los expertos ya lo analizaron para prnoticias.com: el ataque personal a Vox era innecesario y éstos le pasarían factura en los gobiernos donde tienen pactos con ellos. Pero lejos de quedarse ahí, Casado convirtió en víctimas a los de Abascal, atacándolos constantemente, en lugar de exhibir su propio discurso constitucionalista. Casado se hizo un recorrido mediático donde cada intervención era más inquietante que la anterior, sin que nadie de su equipo lo impidiera. Es más, su exceso de protagonismo apenas dejó conocer al candidato popular.
Los de Vox, con las redes sociales censuradas y los medios más a la derecha ignorándolos, tenían todo en contra para acaparar el foco mediático, pero los ataques en sus mítines y la minimización de éstos por parte de algunos medios conservadores, les hicieron la campaña. Sólo faltaban los populares regalándoles los titulares, como advirtió este medio. Y así ha sido.
Vox no sólo ha dado el sorpasso si no que se ha quitado de en medio a Ciudadanos y ha dejado al PP al borde de la extinción en Cataluña. Y mientras, el secretario general, Teodoro García Egea, busca a los asesores que no supieron parar las críticas de los principales medios de comunicación, es a él a quien achacan el desastre de la estrategia política. La caza de brujas de la que ya advertía este medio, se le ha vuelto en contra y se espera que los pesos pesados del PP le pidan explicaciones sobre los últimos resultados. No en vano, los barones argumentan en privado que han tenido que lidiar con sus socios de Gobierno de Vox en aquellos territorios donde gobiernan con su apoyo, tras los ataques de Casado a la formación de Abascal. Y que hicieron el sacrificio con la visa puesta en las catalanas. “¿Y ahora qué?”, se preguntan.
La reunión de los pesos pesados en Génova se prevé tensa. Los resultados en las catalanas han insuflado la desmoralización en el cuartel de los populares. Los asesores de Casado no están preparados para aupar al principal partido de la oposición a las alturas, dicen. Y los bandazos del presidente sólo dan oxígeno a Sánchez, que se ha salido con la suya consiguiendo dividir a la derecha para mayor gloria suya.
Con los congresos regionales a la vuelta de la esquina, la autoridad moral de Casado es nula para impedir que Ayuso y Almeida (sí, también él) luchen por dirigir el PP de Madrid, cuando no el partido, que todo puede ser. Y así en el resto de regiones. Pero esa es otra historia de la que informaremos en prnoticias.com, antes de la barruntada huida masiva de los de Ciudadanos al PP.
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