La cantidad de terabytes es tan extraordinaria que los investigadores apenas han podido diseccionar una parte, según fuentes consultadas de la investigación. Los discos duros son la salvaguarda de Villarejo antes, y, ahora que acaba de salir de prisión serán el centro del show. Las mismas fuentes no descartan que el ex comisario maniobre para sacar a la luz algunos nombres de periodistas que colaboraron con él en la difusión de información dirigida, en muchos casos, a presionar al poder político y empresarial, y de la que, al parecer, eran conocedores.
Según El País, “el comisario jubilado relató a un preso todas las maldades que han hecho periodistas con los que ha hecho muchas comidas que tiene grabadas”, recoge el sumario.
Estos días, algunos informadores se han adelantado a revelar en privado que tuvieron contacto con Villarejo atendiendo a su obligación profesional, intentando así adelantarse a la posible filtración de sus nombres en la oscura estrategia del ex comisario, lo peor será cuando salgan las grabaciones. Por su parte, el comisario jubilado podría estar molesto con el trato recibido por algunos medios, a los que considera que “ayudó” con exclusivas que contribuyeron a aumentar sus audiencias. Y supuestamente sus bolsillos.
Fuentes de la investigación creen que algunos periodistas podrían haber colaborado con el comisario jubilado en la intoxicación a la opinión pública para sus fines y, en algunos casos, habrían servido incluso de coartada.
Entre las grabaciones de Villarejo, capaces de destruir carreras, se encuentran también las de infinidad de periodistas que podrían salir a la luz y que supondría la siguiente bomba del ex comisario, “decepcionado” con los que considera que ayudó a ascender, en muchos casos, en sus medios.
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