Los casos de ojo seco han aumentado en España durante la crisis sanitaria por COVID-19, según alerta el Consejo General de Farmacia (CGF). Las actividades diarias como el teletrabajo o el aumento en el uso de dispositivos móviles están afectando a este incremento. Además, según un estudio reciente desarrollados por expertos del Centro de Investigación y Educación Ocular (CORE)2 en EEUU, el uso generalizado de mascarillas también aumenta los casos de sequedad e irritación ocular al desviar el aire hacia los ojos y secar su superficie.
Se estima que un 30% de las consultas oftalmológicas son debidas al síndrome del ojo seco y que más de la mitad de las personas que lo sufren, no han sido aún diagnosticadas. Esta condición ocular aparece como consecuencia de la falta de lágrima, o por la mala calidad de la misma, tratándose de un síndrome crónico que afecta a la superficie ocular debido a que ésta no se hidrata debidamente.
El enrojecimiento ocular, irritación del ojo, picor o escozor, deslumbramientos o visión borrosa son algunos de los síntomas del ojo seco a los que hay que prestar especial atención. Los expertos recomiendan que, con el uso generalizado de mascarillas, se aumente la protección de los ojos y el tratamiento contra la sequedad y la irritación a largo plazo.
Consejos para reducir el riesgo de ojo seco durante la pandemia
1. Usar el tipo de mascarillas con alambre nasal flexible, prestando atención a la forma del alambre para evitar que el aire se dirija hacia los ojos.
2. Tomar descansos del uso de las mascarillas cada pocas horas, siempre que la situación lo permita.
3. Aplicar de manera periódicas gotas lubricantes para los ojos, así se mantendrá la hidratación y proporcionará un alivio duradero.
4. Realizar ejercicios de parpadeo cada cierto tiempo.
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