El final del estado de alarma provocó un repunte del 34% en el consumo de televisión en segundas residencias durante los fines de semana, según Kantar. Este aumento habría coincidido con la apertura perimetral de las Comunidades Autónomas y la libertad para viajar sin restricciones por todo el territorio nacional, con destino, en muchas ocasiones, las llamadas segundas residencias.
En concreto, hasta primeros de mayo e inmersos en pleno estado de alarma, la audiencia en fin de semana en estas segundas residencias era de 355.000 telespectadores diarios, cifra muy similar a la registrada en días laborables. A partir del fin del estado de alarma, la audiencia de lunes a viernes en segundas residencias se ha mantenido estable, mientras que los fines de semana ha aumentado hasta un 65% llegando a los 566.000 telespectadores diarios.
Unas cifras semanales que se espera que, al igual que sucedió el pasado año, también aumenten en los meses de verano, coincidiendo con el buen tiempo y las vacaciones. De hecho, muchos alargaron en 2020 su verano hasta bien entrado el mes de septiembre, sobre todo con el auge del teletrabajo, algo que quedó reflejado de nuevo en la audiencia de televisión. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana esta cifra se multiplicó por 11, mientras que en las dos Castillas el incremento fue entre cinco y seis veces superior, mientras que en Asturias y Andalucía se multiplicó por cuatro.
Castilla-La Mancha, Cataluña, Andalucía, y Castilla y León, donde más aumenta
Si atendemos a las Comunidades Autónomas, donde más ha aumentado el consumo de televisión durante los fines de semana en este periodo sin estado de alarma es en Castilla la Mancha, Cataluña, Andalucía y Castilla y León, con aumentos de consumo por encima del promedio. Unos datos que coinciden en gran parte con los del pasado verano, pues fueron estas autonomías, junto con el Principado de Asturias y la Comunidad Valenciana, las que tuvieron un mayor incremento del consumo televisivo en segundas residencias. De este modo, la televisión vuelve a actuar como una ventana a los hábitos y costumbres de la sociedad, en este caso de la movilidad y de su reactivación, manteniéndose así como una de las principales formas de entretenimiento.
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