Andreu Buenafuente despidió ayer la temporada de Late Motiv desde un lugar muy especial. El equipo del programa de Movistar+ se trasladó a una azotea del madrileño barrio de Lavapiés, –la que inspiró al presentador para crear su primer espacio en la radio, El Terrat de ràdio– para poner punto final a la sexta temporada. Por el programa pasaron numerosos invitados, entre ellos, Carles Francino. El conductor de La ventana visitó a Buenafuente, que le recibió con una foto en la que ambos posan juntos durante sus inicios en la radio.
“Esta foto tiene fácilmente 40 años”, apuntaba Francino. Ambos recordaron algunos de los momentos que vivieron en Radio Popular, emisora local de Reus. Mientras charlaban, Buenafuente le confesó a Francino que una charla suya le “caló”: “Yo estaba un poco desviado. A mí me sancionaron porque no sé qué hice, y un día me dijiste ‘Andreu, o te tomas esto en serio o te tendrás que ir'”.
“Físicamente me he recuperado muy bien”
Tras una breve reflexión sobre el relevo generacional que pronto tendrán que acometer, Buenafuente le preguntó a Francino sobre su estado de salud. El periodista de la SER, que estuvo ingresado a causa de la Covid-19, aseguró que se había recuperado “muy bien”. En esta línea, aclaró que se encontraba en plena forma: “Ya estoy muy bien, me han dicho que tengo capacidad pulmonar por encima de la media y la cabeza con las limitaciones de antes”. Sin embargo, aseguró que su mujer aún tiene secuelas porque cada persona lo sufre de “una manera distinta”.
Carles Francino despedirá la temporada de La ventana esta tarde en la Fundación Jiménez Díaz, lugar en el que estuvo ingresado. El objetivo del programa, según el periodista, es “homenajear a los sanitarios, de los que nos hemos vuelto a olvidar, porque somos gilipollas”. Sobre este punto, Francino advirtió que la pandemia aún no ha terminado: “Estamos oliendo la meta y todo lo que han dejado atrás de curro, muerte y miedo sigue ahí”.
El presentador de La ventana también tuvo tiempo para reflexionar a cerca del papel de los políticos durante estos meses. “Los políticos, no todos, pero en general dan un ejemplo absolutamente nefasto”, opinó, y defendió el buen hacer de los ciudadanos, que “han dado el do de pecho” y de unos sanitarios “que han sacado “matrícula de honor”. En esta línea, quiso hacer un alegato a favor de la reflexión: “Es urgente que este país reflexione y pare”. Al mismo tiempo, defendió las coas buenas de nuestro país: “España es un país cojonudo”, pero como sigamos así lo vamos a acabar estropeando”.
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