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Pautas para un verano saludable, según los profesionales del Hospital Universitario General de Villalba

LOS PSICÓLOGOS INSISTEN EN LA IMPORTANCIA DE DESCONECTAR EN VACACIONES PARA RECARGAR PILAS

Golpes de calor, reacciones alérgicas, picaduras, problemas intestinales o síndromes de inmersión son algunos de los problemas de salud más frecuentes en verano. Este año, además, no se debe bajar la guardia con el coronavirus.

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Con las vacaciones de verano llegan algunos sustos como golpes de calor, reacciones alérgicas, picaduras, problemas intestinales o síndromes de inmersión. Además, este año la desconexión es más importante que nunca. Los especialistas del Hospital Universitario General de Villalba, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, comparten los mejores consejos para disfrutar de un verano saludable.

La doctora María Teresa Cerdán, jefa del Servicio de Urgencias del centro, afirma que “en el caso de la COVID-19, ante un contacto de riesgo se debe llamar al centro de salud, priorizando la responsabilidad y el aislamiento. Así se evitan, entre otras, las aglomeraciones en la sala de espera de Urgencias del hospital”.

Además, es muy importante evitar la deshidratación, los golpes de calor y las exposiciones excesivas al sol o a las altas temperaturas, por la trascendencia clínica que tienen estas situaciones. “Los niños y ancianos pueden tener problemas serios de salud. De hecho, los mayores sufren daños a nivel renal, bajadas de tensión, mareos, desmayos, dificultades para la respiración… Y muchos deben ser ingresados para una hidratación por vía venosa”, explica la especialista

Intoxicaciones, picaduras y accidentes

En verano, las intoxicaciones alimentarias son más frecuentes debido al aumento de la temperatura, que hace que los alimentos se dañen con más facilidad, y al hecho de comer más a menudo fuera de casa. “Estas intoxicaciones, que no podemos prevenir, pueden conllevar una gastroenteritis y esta, a su vez, una deshidratación”, indica la doctora.

En lo que respecta a las picaduras, como las de avispa, conviene acudir a Urgencias sólo si aumenta la reacción local, se inflaman, están calientes y rojas. “Cuando hay una picadura de un reptil, hay que acudir para descartar la infección, que necesitaría antibiótico”, añade.

Además, con el aumento de actividades al aire libre, son comunes los accidentes en la piscina. Ya sea por tener los pies descalzos y producirse cortes o por los ahogamientos, que son infrecuentes pero muy importantes.

El síndrome de la inmersión y sus riesgos

 “Los primeros síntomas son fundamentalmente digestivos (dolor de estómago, náuseas, vómitos), lo que la población ha conocido siempre como corte de digestión”, expone el doctor Roi Piñeiro, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario General de Villalba. Sin embargo, “lo que se produce realmente es un shock térmico, es decir, un cambio de temperatura muy brusco”.

El shock térmico puede producir un mareo como consecuencia de la disminución brusca de la tensión arterial, que lleva a perder el conocimiento y, por último, a un ahogamiento. Por eso, en cuanto se notan los síntomas iniciales hay que salir del agua. En cualquier caso, explica el especialista, “lo mejor y más seguro es entrar en el agua poco a poco y, sobre todo, que los niños estén siempre acompañados por un adulto para poder reaccionar a tiempo”.

Desconectar de la rutina y de la tecnología

Lucía Rodríguez, psicóloga del hospital villalbino, comenta que “si no se desconecta del trabajo, se puede entrar en una fase de agotamiento, sufrir ansiedad y estar más irritable y cansado. También se puede llegar a tener insomnio, trastornos de la conducta alimentaria, problemas dermatológicos e incluso digestivos o cardiovasculares”.

Para recargar las pilas totalmente durante las vacaciones, la experta recomienda disfrutar, buscar actividades que nos gusten y “conectar con en el presente, entrenar al cerebro para estar aquí y ahora”.

En cuanto a las redes sociales, Rodríguez recomienda sentido común, moderación y usarlas en momentos puntuales. “Nunca deben convertirse ser una obsesión que lleve a no disfrutar del presente por hacer la foto y plasmar nuestra experiencia en una red. En ese momento estamos en el futuro, en lo que queremos mostrar, y desconectamos de nuestro presente”, dice.

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