En 2009 un estudio sobre la Utilización de Antiulcerosos en España llevado a cabo por el Ministerio de Sanidad, demostró que el consumo de Omeprazol seguía creciendo entre la población española, habiéndose disparado un 200% en tan solo ocho años. Una tendencia que el ente público volvió a demostrar en 2015 al señalar que el Omeprazol llegó a ser el fármaco más consumido en nuestro país, con más de cincuenta millones de envases vendidos
El omeprazol, al igual que cualquier otro medicamento, no solo posee beneficios. A pesar, de ser conocidos por la sociedad como “protector de estómago”, la realidad es que no es su verdadera función. Si se consume con este fin y sin prescripción médica puede acarrear graves consecuencias.
Este conocido medicamento pertenece a la familia de los denominados inhibidores de bomba de protones, y su uso está destinado a disminuir el exceso de ácido gástrico estomacal, el cual se libera de forma natural cuando realizamos la digestión. Por tanto, como bien indica su prospecto está indicado para el tratamiento sintomático del ardor en la enfermedad del reflujo gastroesofágico.
Mercedes Ricote, coordinadora del Grupo de Trabajo Digestivo, fue la primera en señalar el riesgo derivado de usar este medicamento “con la sensación de estar mejorando o evitando los efectos secundarios de otros fármacos y como antiácido”.
Las consecuencias derivadas del uso del Omeprazol
Las alarmas saltaron cuando un estudio elaborado por el departamento de Farmacología y Medicina de la Universidad de Hong Kong y del University College de Londres asociaron su consumo con un mayor riesgo de sufrir cáncer de estómago.
Los expertos que llevaron a cabo la investigación tomaron una muestra de 63.000 sujetos. Lo que obtuvieron como resultado fue que aquellos que habían sido tratados con medicamentos pertenecientes a los inhibidores de bomba de protones, como el Omeprazol, tenían el doble de posibilidades de padecer cáncer, en comparación con el grupo que había ingerido otro tipo de medicamentos para combatir el ácido gástrico. Además, demostraron que aquellos que tomaban Omeprazol diariamente tenían cuatro veces más riesgo de sufrir cáncer de estómago que los que lo tomaban semanalmente.
Pero esta no es la única polémica que ha surgido en torno a este medicamento. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha avisado del peligro de fractura de cadera, muñeca y columna vertebral debido a la intervención del Omeprazol en la absorción de la vitamina B12, sobre todo en pacientes de edad avanzada o que presentan factores de riesgo, como aquellos que sufren de osteoporosis.
Un estudio publicado por la revista Journals of the American Medical Association explicaba que el déficit de vitamina B12 debido a la ingesta de Omeprazol se produce porque el ácido gástrico es necesario para que el cuerpo absorba dicha vitamina durante la digestión. Sin embargo, la investigación era observacional y autoridades farmacológicas pidieron coger la información del estudio con pinzas. “Es cierto que, tomado durante un periodo prolongado puede reducir la absorción de algunas vitaminas, como la B12 (…) pero no hay relación directa”, explicó Javier Velasco, farmacéutico de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC).
Efectos menos frecuentes
La entidad española ha establecido también otra serie de consecuencias probadas a la hora de tomar Omeprazol, como pueden ser casos graves de hipomagnesemia, un trastorno que conduce a tener un bajo nivel de magnesio en la sangre y cuya principal consecuencia son las arritmias cardíacas; así como, la posibilidad de desarrollar lupus eritematoso cutáneo subagudo, que se caracteriza por la aparición de una erupción cutánea escamosa roja. De manera rara, un caso entre 10.000, el Omeprazol también puede causar hepatitis, leucopenia (descenso del número de glóbulos blancos en la sangre), candidiasis gastrointestinal, alopecia y/o fotosensibilidad, aunque la AEMPS incide de forma más profunda en los peligros expuestos anteriormente.
A pesar de todos los posibles riesgos mencionado, la agencia considera que el Omeprazol es un medicamento seguro siempre y cuando sea recetado por un médico y supervisado en el caso de los tratamientos de larga duración,
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