LOS ESPAÑOLES NO CUIDAN SU COLESTEROL

El colesterol, uno de los principales factores de riesgo cardiovascular en España

LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES SON LA PRIMERA CAUSA DE MUERTE DE LOS PAISES OCCIDENTALES

En España las enfermedades cardiovasculares originan el 28,3% de las defunciones, siendo el aumento del colesterol uno de los factores de riesgo cardiovascular más frecuentes en España con una prevalencia en la población mayor de 18 años del 50,3%

 

 

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El aumento del colesterol, es conocido como dislipedemia: alteraciones del metabolismo de los lípidos, que se manifiestan en concentraciones anormales de algunas grasas en la sangre, principalmente colesterol y triglicéridos. Según recoge un estudio demoscópico realizado por Mylan, una compañía de Viatris, con el apoyo de IQVIA, a finales del año 2020, el 90% de los españoles consideraba el colesterol (c-LDL) peligroso o muy peligroso para la salud. Sin embargo, esta percepción tan alta de su riesgo no se corresponde en igual medida con su control.

Los españoles descuidan sus niveles de colesterol

De esta encuesta se desprende que 3 de cada 5 adultos españoles no se han medido los niveles de colesterol (c-LDL) en los últimos 12 meses. Además, 2 de cada 5 españoles cree tener el colesterol en los niveles recomendados y, sin embargo, presenta valores altos o que están en el límite. Datos que ponen de manifiesto que a pesar de que existe un interés social por el colesterol (c-LDL), aún hay un desconocimiento de lo que es el riesgo cardiovascular.

Por este motivo, La Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) han consensuado y protocolizado la derivación de los pacientes al médico de familia con el objetivo de neutralizar la actual pandemia de la enfermedad cardiovascular.

En palabras del Dr. José Polo García, presidente de SEMERGEN, “el Protocolo de Dislipidemias que trabajamos de la mano de SEFAC es un punto de inicio para el buen control del paciente crónico”. En rueda de prensa ha señalado que “el grado de control de los pacientes con dislipemia ronda el 33%, una cifra muy baja y que es muy mejorable”. En este sentido, ha añadido “la función del farmacéutico comunitario puede ayudar en la educación sanitaria y la adherencia terapéutica para un mayor control de esta patología”.

Por su parte, el Dr. Vicente J. Baixauli, presidente de SEFAC, ha explicado que la importancia del protocolo reside en la definición de unos criterios claros para el farmacéutico. “Gracias a este protocolo, el farmacéutico tiene unos criterios claros de derivación que aplica y permite la continuidad del seguimiento del paciente en el centro de salud”. Por eso, ha insistido en que “existen numerosos escritos relacionados con las dislipidemias, pero hasta el momento no se había trabajado un documento tan específico para el farmacéutico que se convirtiera en una herramienta que aportase una mayor seguridad al profesional a la hora del cribado y la derivación al especialista de atención primaria”.

El Protocolo de dislipidemias, por tanto, pretende impulsar y optimizar el necesario consenso para el abordaje del paciente con dislipemia en el ámbito de la Atención Primaria de Salud. El mismo recoge, además de los datos de derivación al médico, las cifras de colesterol en las cuales es importante la valoración farmacéutica y el seguimiento por parte del farmacéutico comunitario. Esto permite clasificar de manera ágil y certera las derivaciones entre médicos y farmacéuticos en el campo de esta patología.

La importancia de la Farmacia Comunitaria

La dislipidemia, por tanto, continúa siendo una patología infradiagnosticada e infratratada en todos los ámbitos asistenciales. En este sentido, Maite San Saturnino, presidenta de Cardioalianza, asegura que “es importante realizar campañas de detección precoz del riesgo” a lo que añade que, “desde las organizaciones de pacientes insistimos en el control del riesgo y realizamos también acciones de información y concienciación”.

Por su parte, el Dr. Jesús C. Gómez, presidente de la Comisión Ejecutiva de la Fundación SEFAC y farmacéutico comunitario en Barcelona, ha querido reiterar que la farmacia comunitaria tiene tres roles fundamentales respecto al control del colesterol (c-LDL): la educación sanitaria, el cribado y el refuerzo de la adherencia. “Una de las funciones que tenemos es concienciar a la gente de la importancia de cuidarse de las dislipemias, además de la prevención de la enfermedad y de promover la mejora del cuidado de la salud”, asegura.

Y concluye que “desde la farmacia se pueden hacer cribados para detectar niveles elevados de colesterol (c-LDL) que nos pueden orientar hacia dónde va la situación de un paciente”.

Seguiremos informando…

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