Hasta ahora la ley audiovisual no permitía contraprogramar a las cadenas. Según lo establecido, los espectadores tienen derecho a conocer la programación televisiva con una antelación mínima de tres días. Sin embargo, esto dejará de ser así cuando entre en vigor la nueva norma. Este cambio de paradigma es una de las principales novedades que se incluyen en lo que respecta a la televisión.
Según la ley aprobada el pasado 26 de mayo, las cadenas ya no tendrán la obligación de informar con tres días de antelación de los programas que van a emitir. Hasta ahora, si las cadenas incumplían esta norma, se arriesgaban a tener que asumir sanciones económicas. Con la entrada en vigor de la nueva ley audiovisual se eliminará este requerimiento, dotando a las cadenas de mayor margen de maniobra para diseñar sus estrategias de programación.
Así, a partir de ahora, las cadenas tendrán un ojo puesto en la competencia. Algo que, como es lógico, siempre ha ocurrido; no obstante, este cambio abrirá un nuevo escenario para las cadenas, especialmente para las privadas, acostumbradas a protagonizar feroces batallas por rascar unas décimas de share. Sin embargo, lo que a priori podría beneficiar a las cadenas, sin duda perjudicará a los espectadores.
La posibilidad de acometer cambios de última hora en la programación puede desembocar en una pérdida de fidelización. El espectador medio, tradicionalmente, asocia un día de la semana con su programa o serie favorita. Ahora bien, si las cadenas se acogen a este “permiso” para hacer y deshacer sus parrillas de forma recurrente, podrían enfrentarse al descontento de un público que cada vez está más desapegado a la televisión.
Cambios en la publicidad
Además de la introducción de este cambio, la nueva ley audiovisiual también contempla variaciones a la hora de regular la publicidad. Con la ley de 2010, las cadenas podían emitir 12 minutos de publicad por hora. Con la entrada en vigor de la nueva normativa, el cómputo se hará por franjas, otorgando mayor libertad y flexibilidad a las cadenas a la hora de emitir publicidad.
De esta forma, entre las 6:00 y las 18:00 el máximo de publicidad será de 144 minutos, mientras que entre las 18:00 y las 00:00, será de 72 minutos. El día se divide, pues, en dos partes bien diferenciadas. Teniendo en cuenta esto, las cadenas podrán distribuir los anuncios como consideren más oportuno, reservando si así lo desean más minutos para las franjas de mayor consumo televisivo.
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