Los resultados de las audiencias de temporada han sido implacables con La 1 de TVE y con Telecinco, que han marcado unos datos demoledores frente a su principal competencia, Antena 3. El problema, reconocen fuentes de ambas cadenas, es que sus dos máximos dirigentes también han recibido plomo en las alas.
Paolo Vasile y José Manuel Pérez Tornero están marcados por la misma tinta indeleble: la del fracaso. El curso 2021/2022 ha puesto de manifiesto las limitaciones de su mandato y del modelo de televisión de La 1 de TVE y de Telecinco, que han cerrado la temporada con unos mínimos históricos.
La situación, ya de por sí complicada, se ha agravado con el resultado del curso, en el que La 1 ha promediado un 8,8% y Telecinco ha obtenido un 13,2%, los peores datos de su historia en una temporada. Estas cifras pésimas han contribuido a poner al rojo vivo la situación interna tanto en RTVE como en Mediaset, cuestionando -y ya empieza a ser la norma- el liderazgo de José Manuel Pérez Tornero y de Paolo Vasile.
Curiosamente, ambos grupos también comparten una pérdida de audiencia significativa que cada vez hace más difícil la continuidad de sus respectivos modelos.
En RTVE la oposición a Pérez Tornero es un hecho destacado. El presidente de la Corporación ha conseguido aunar en su contra a ámbitos de muy distinta sensibilidad y, lo que es peor y uno de los principales reproches, el haber perdido el contacto con la realidad.
Uno de esos ejemplos lo dio recientemente cuando aseguró que los Informativos de TVE seguían siendo una referencia. El bochorno en el Ente fue generalizado, ya que dicha Área -que en tiempos fue el mascarón de proa de TVE- está hoy más que hundida y superada por la competencia privada.
En el caso de Mediaset, el modelo implantado por Vasile hace aguas por todas partes y cada vez es más evidente que no hay solución. La designación de Borja Prado como presidente y el proceso de OPA han abierto el melón de la posible sucesión del italiano al frente de la filial española, y más tras el fracaso de las últimas iniciativas para reflotar la cadena.
Tanto Vasile como Tornero, en sus respectivos grupos y alrededor de ellos, tienen “cuervos” que revolotean esperando el momento propicio para picar. En lo que respecta al italiano, tal vez más cerca de lo que se cree; en el del presidente de la Corporación pública, también, pero con sujetos que abrevan en otros medios interesados en su caída.
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