La protesta se ha instalado en la sanidad pública madrileña, donde tras la estabilización de la crisis sanitaria marcada por la pandemia, los profesionales sanitarios han dado señales de agotamiento. Una situación compleja que ha llevado a la capital a uno de los otoños más calientes que se recuerdan en materia sanitaria.
Dos huelgas indefinidas
Y es que, el tercer encuentro en la mesa sectorial celebrado el pasado jueves entre la Administración y los sindicatos para discutir sobre el nuevo plan de reorganización de las urgencias extrahospitalarias no pudo salir peor y finalizó con la decisión por parte de los profesionales sanitarios de convocar dos huelgas indefinidas del sector a finales de este mes.
En concreto, la primera de ellas arrancará el próximo 28 de octubre entre el personal de Urgencias del Hospital Infanta Sofía, en San Sebastián de los Reyes, donde según han relatado los portavoces del movimiento huelguista, el personal se ha encontrado tan mermado que durante estos meses, en ocasiones dos o tres médicos estaban a cargo en las Urgencias de hasta 60 pacientes,
Y, la segunda de las huelgas, será para el 25 de este mes, entre profesionales de los Servicios de Atención Rural (SAR) ante la criticada reestructuración que planea el Ejecutivo de Ayuso y la Consejería de Sanidad de Enrique Ruiz Escudero.: La reforma de los SAR y los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAPS)
Además, a estas dos primeras huelgas hay que sumarles otras dos marchas convocadas por Madrid. Una el jueves por la reapertura de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) y otra el sábado por el estado de la sanidad pública. Por tanto, Madrid se enfrenta a movilizaciones lideradas por los cinco sindicatos de la región, a las que se les han sumado los ceses de varios gerentes de algunos de los hospitales más grandes de Madrid.
Pero bien, aunque esta situación haya explotado en el mes de octubre, es necesario ponerla en contexto, comenzando por el principio del verano cuando la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid anunciaba que iba a cerrar 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). Unas semanas más tarde, y tras varias manifestaciones lideradas por los partidos de izquierda (Podemos, Más Madrid y el PSOE), a presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso decidió dar marcha atrás y anunciar su reapertura para este otoño.
Y, para llevar a cabo la apertura de estos centros, el Gobierno regional y los diferentes sindicatos se han sentado a negociar unas condiciones laborales que, a la vista de los acontecimientos actuales, no han convencido a los `principales perjudicados.
Dos ceses y una dimisión
Entre el cierre de las urgencias y la negociación para su reapertura, en la Consejería de Sanidad no ha parado de haber cambios. El más reciente ha sido la inesperada dimisión de la gerente de Atención Primaria del Sermas, Sonia Martínez, que según ha comunicado EL ESPAÑOL, parece deberse exclusivamente a motivos “médicos y personales” pues padece una enfermedad desde hace más de seis meses y, de hecho, en estos momentos ya está “de baja”.
Un revés importante al que hay que añadir, el cese, esta misma semana por parte de la Consejería, a dos gerentes de dos importantes hospitales: el Gregorio Marañón y el Clínico San Carlos. Un hecho que según afirman fuentes cercanas al Gobierno no tiene nada que ver con la huelga de Primaria a la que la Comunidad se enfrenta. Los propios sindicatos regionales han insistido en que los cambios no han sido por “querer poner a los suyos”.
La situación de los sanitarios es límite
En definitiva, los propios sindicatos insisten en que la situación de los hospitales es límite “y no sólo en Madrid”. Pero, aun así, la huelga sigue para adelante con el objetivo de mejorar las condiciones laborales de cerca de 700 profesionales que atenderán los nuevos Puntos de Atención Continuada.
Según han informado desde AMYTS (sindicato médico madrileño), el nuevo modelo de urgencia extrahospitalaria supone aumentar la jornada laboral de 1.536 horas anuales a 1.642,5, así como la modificación radical de sus turnos de trabajo y una “previsible minoración de sus retribuciones”. Es decir, como bien han afirmado, “la situación no podría ser más desoladora. La Administración no se ha movido ni un milímetro respecto a las primeras propuestas que nos comunicaron de forma oficial”.
Por su parte, Sergio Fernández, portavoz CC OO Sanidad Madrid ha añadido que: “la Consejería de Sanidad ha presentado una postura inamovible. Y esto, el maltrato al que se va a someter a los profesionales de Servicio de Atención Rural (SAR) y los servicios de urgencia de atención primaria, es inadmisible”.
No obstante y a pesar de estas declaraciones, la consejería, ha reiterado que no da por perdidas las negociaciones y espera que la huelga se desconvoque. Este mismo martes Ruiz Escudero aseguraba que su equipo va a seguir “buscando una solución”.
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